Una lectora se ha puesto en contacto con La Voz para denunciar que la empresa de aguas, Canal Gestión, le obliga a pagar un recibo de agua de 3.600 euros a raíz de la rotura de su contador en San Bartolomé.
La vecina recibió a principios de año una factura de más de 2.000 euros, la cual reclamó y desde la empresa comprobaron que el contador no estaba funcionando correctamente. "Es imposible que tenga que pagar eso porque siempre me llega una factura que ronda los 30 euros", asegura.
A pesar de la reclamación y de que la clienta tiene la razón, la empresa le obliga a pagar la factura. "Solo me mandaron una carta donde me decía que me descontaban un 10% de esa cantidad", cuenta.
La empresa cambió el contador por uno nuevo pero a los pocos meses, comenzó a haber cortes de agua. "El agua salía con aire y me llegó otra factura de más de 1.000 euros", dice. Además, cuenta que al mes siguiente de esta factura, le llegó otra de 27 euros, lo que solía pagar mensualmente.
La afectada quiso reclamar ese nuevo recibo, al que acude el titular de la vivienda en la que la mujer reside de alquiler. "Al darle cita para ir a las oficinas de Canal Gestión, me cortan el agua ese mismo día sin previo aviso ni notificación, declara. "A mi casa no llegó ninguna carta de aviso aunque ellos digan que sí, si llega una notificación soy la primera que voy a intentar solucionarlo", manifiesta.
Según cuenta, la empresa le comentó que para reclamar debían antes pagar la factura al completo. "Fuimos a reclamar y nos dicen que tenemos que pagar sí o sí y que no aceptaban el aplazamiento porque está fuera de plazo y que, en caso de que quisiéramos reclamar, debíamos pagar primero la factura", expresa.
Además, según cuenta la vecina, tiene dos hijos menores, uno de ellos con minusvalía. "A Canal Gestión le da lo mismo mi situación", asegura.
Después de agotar todas las vías administrativas con la empresa, acudieron al área de Consumo del Cabildo de Lanzarote. "Solo nos dijeron que esto se trasladaba y llevamos diez meses sin agua, no podemos más. Hemos estado con cubas de agua y yendo a casa de mi suegra", explica con angustia.
El último paso que ha dado la mujer ha sido acudir este jueves a poner otra reclamación en la empresa de aguas. "Me han dicho que tarda de 20 a 30 días", cuenta. Por el momento, la vecina sigue sin tener suministro en su vivienda, lo que complica su día a día y la de sus hijos.