Una mujer se ha puesto en contacto con La Voz para denunciar que desvalijaron su vivienda por completo tras volver de un viaje de negocios fuera de Lanzarote el pasado 14 de marzo. Según cuenta la mujer, la casa está ubicada en la urbanización Vista Lobos de Playa Blanca pero como la comunidad no tiene puerta de acceso a ella, cualquier persona puede entrar cuando quiera, incluso quienes no viven en el lugar. Además, tampoco hay vigilante de seguridad y critica "la poca luz que hay en la calle".
En un primer momento, cuando la mujer y su marido se encontraban fuera de la vivienda hacía ya un mes, un vecino le informó a la afectada que "había cosas fuera del domicilio", por lo que esta llamó a un amigo que comprobó que la cerradura había sido forzada. Este amigo entró en la vivienda con su permiso y cambió la cerradura hasta que los propietarios llegaran.
La mujer llegó del viaje de negocios pero cuando entró en su casa, la cual no tenía alarma instalada, se la encontró desvalijada. "Cuando llegué, se habían llevado todos los muebles menos las camas e, incluso, las habían rodado hacia la terraza de la cocina, y me robaron el friegaplatos, la lavadora, la nevera, un sofá, un televisor, bicicletas, un mueble que ocupaba toda la pared, un patinete eléctrico... todo, hasta una mesa enorme del comedor que me traje de la Península y que no se desmonta", cuenta la afectada.
La afectada acudió a interponer una denuncia a la Guardia Civil por lo sucedido aunque critica que "no hayan examinado la casa para encontrar huellas de los responsables".
Por otro lado, "habían vaciado todos los armarios y cada cama tenía sus sábanas y sus mantas, no era una okupación en la que se meten familias". En este sentido, asegura que en la urbanización hay "viviendas vacacionales no registradas e incluso una empresa dedicada a retiros espirituales".
Además, a raíz de lo sucedido, la mujer explica que ha tenido que irse a casa de su madre en Madrid junto a sus hijos porque "tienen miedo".
Según señala, "algunos de los propietarios de las viviendas que alquilan sus viviendas para el turismo, no quieren poner cámaras porque según dicen no hay dinero para eso pero sí para casas de 300 metros cuadrados".
Aparte de criticar la falta de luz en la calle de la zona y la inexistencia de un guardia de seguridad, también denuncia que "en la entrada de la comunidad hay un mapa colocado de la urbanización donde muestra por dónde se accede a cada rincón y cuáles son las salidas". Para finalizar, lo que pide la mujer es una mayor seguridad en la zona para evitar que estos robos vuelvan a ocurrir.