El dueño del restaurante Acatife denuncia que lleva desde el sábado sin abrir por los cortes de agua en Lanzarote

Juan Félix Duque lleva desde el pasado sábado sin abrir las puertas de su negocio y pide que "lo avisen con anterioridad de la falta de suministro para poder organizarse y elaborar la comida"

4 de noviembre de 2024 (11:15 CET)
Actualizado el 5 de noviembre de 2024 (08:53 CET)
Juan Félix Duque, propietario del restaurante Acatife
Juan Félix Duque, propietario del restaurante Acatife

Juan Félix Duque, propietario del restaurante Acatife de Teguise, se ha puesto en contacto con La Voz para denunciar que ha tenido que cerrar su negocio durante varios días por los continuos cortes de agua que tienen lugar en Lanzarote.

Según cuenta el dueño del establecimiento, "lleva varias semanas sin suministro" y desde el pasado sábado no ha abierto al público, lo que le está ocasionando pérdidas económicas. "En 65 años que llevamos abierto nunca ha fallado el agua", dice Duque.

"La única solución que me dieron fue ofrecerme una cuba de agua pero yo no puedo estar atento todos los días al aljibe. Una cuba de agua me da para tres días pero, además, cuando hay agua sólo sale un hilo que no me permite llenarla y yo no puedo estar todos los días mirando si tiene agua o no", critica.

El propietario pide que por lo menos le avisen de los cortes para poder organizarse. "De esta manera puedo anticiparme y comprar una cuba de agua porque encima, si me traen la cuba, me la traen cerca de la una de la tarde y entre que llamo al fontanero y empiezo a elaborar la comida, se me va el día porque yo cierro a las siete de la tarde. Canal Gestión no entiende esto", declara.

La falta de agua no solo afecta a la hora de hacer la comida, sino que también lo hace a la hora de utilizar los baños y fregar los utensilios de cocina.

Además, Duque cuenta que tiene un aljibe en el restaurante de 15 metros de profundidad pero debido a la enorme cantidad de palomas, el agua del tejado no la puede usar para el consumo ni tirarla a la calle porque la zona es Patrimonio Histórico por lo que dice estar "atado de pies y manos". El propietario incluso sufrió un ataque de ansiedad debido al nerviosismo que le ha provocado la situación.

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