Una lectora se ha puesto en contacto con La Voz para denunciar la estafa de 3.000 euros que ha sufrido su padre por parte de una supuesta casera que alquilaba un estudio en la calle el Antonio, en Arrecife, cerca de la estación de guaguas.
Actualmente, el padre de la mujer vive en un piso compartido, por lo que su intención es buscar una vivienda donde vivir solo. La mujer cuenta que está en un grupo de Facebook donde se informa sobre alquileres en Lanzarote y vio una oferta donde se alquilaba un estudio amueblado y a solo cinco minutos de la estación de guaguas.
"Le pasé el número de la casera a mi padre para que le hablara y la señora le contestó que ella no estaba en Lanzarote, sino en Madrid, pero que vendría en fin de semana a la isla", explica. "Le dijo que si quería ir a verlo ese día tenía que hacerle un anticipo de 500 euros para que solo él fuera a ver el piso y si le gustaba se podía quedar con él", continúa.
Para que el hombre no desconfiara, la mujer le pasó una foto de su supuesto DNI y le prometía una videollamada. "La mujer lo llamó y estuvo hablando con mi padre y él le dijo que le gustaba la habitación", dice.
En ese momento, la mujer le pidió que le hiciera un anticipo de 500 euros para poder reservarle la vivienda a lo que el hombre accedió. "Ella le facilitó un número de cuenta y mi padre hizo la transferencia pero resulta que a los pocos minutos le escribe de nuevo diciéndole que el dinero no le había llegado y que se lo volviera a hacer, pero esta vez que le pasara 1.000 euros", explica.
"Él estaba solo y le hizo la transferencia de nuevo pero le dijo que tampoco le había llegado, por lo que le volvió a pasar más dinero, lo que supuso en total aproximadamente 3.000 euros", indica. Después de estafarle esa cantidad, la mujer ya no contestaba a las llamadas ni a los mensajes, por lo que el hombre se dio cuenta que era una estafa.
El afectado acudió a poner una denuncia y en su banco le informaron que no podían responder al hecho porque había sido una transferencia que él autorizó e hizo de forma voluntaria. Además, al interponer la denuncia ante la Guardia Civil, los agentes le comentaron que había varias denuncias de ese mismo teléfono y de esa misma casa y que lo investigarían.
"En el mismo grupo de Facebook han puesto publicaciones parecidas y mi padre le escribió a la mujer de nuevo desde otro número y le volvía decir lo mismo, que no estaba en la isla y que le tenía que dar un anticipo para poder ver el estudio", concluye.