Aún con el susto en el cuerpo, la dueña de una perrita Pomerania trata de localizar a dos personas que hicieron que el suceso que vivió en la noche del pasado lunes no tuviera peores consecuencias.
Ella estaba paseando por El Charco de San Ginés con una amiga cuando vieron que hacia ellas se abalanzaba otro perro. Lo primero que hicieron fue coger en brazos a su perrita, “que no llega a tres kilos de peso”, pero eso no frenó la situación.
El perro empezó a saltar para intentar alcanzarla y a él se sumaron otros dos, todos de raza American Bully, que estaban paseando por esta concurrida zona de la capital sin llevar siquiera correa.
“El dueño llegó e intentó sujetarlo, pero no se hacía con él. Entre los tres nos estaban rodeando”, relata la mujer, que aún no se explica cómo finalmente consiguieron arrancarles a la perrita de los brazos.
Ante sus gritos pidiendo ayuda, aparecieron “dos chicos” a los que ahora buscan para dar las gracias. “No sé ni qué años tendrían. No sé si eran jóvenes o de mediana edad”, explica, evidenciando la tensión que vivieron en esos instantes.
“Se tiraron encima de los perros y les cogieron de la cabeza para que la soltaran”, recuerda. En cuanto lo consiguieron y la apartaron, la perra saliendo corriendo, y detrás de ella su dueña y su amiga, hasta que le dieron alcance.
“Pusieron en riesgo su integridad física”
“Cuando volvimos ya no estaban. No supimos qué pasó con ellos”, explica con pesar, porque hubiera querido darles las gracias.
“Fue una situación traumática, de mucho estrés, y ellos pusieron en riesgo su integridad física. Si no hubieran intervenido, no sé qué habría pasado”, destaca.
De hecho, subraya que las consecuencias fueron “pocas para lo que pudo ser”, gracias a que lograron liberar a la perrita, que finalmente sufrió una fractura en una pata y un desgarro, que requirió puntos de sutura.
El suceso ocurrió poco antes de las 9 de la noche, por lo que encontrar un veterinario de guardia fue un problema añadido. Finalmente, los propios agentes de la Policía Local, a la que avisaron tras el incidente para denunciar lo ocurrido, les ayudaron a localizar uno. “Tuvieron una intervención magnífica”, destaca, agradeciendo también la atención y el trabajo de los agentes.
“Es increíble el poco civismo de la gente y que aún sigan pasando estas cosas, yendo con perros sueltos en una zona tan concurrida. Podría haberle ocurrido a un niño que estuviera paseando un perro”, advierte la mujer.
En cualquier caso, su prioridad es localizar a esas dos personas que les “ayudaron y socorrieron”. Su amiga y ella quieren darles personalmente las gracias, tanto por la ayuda que les prestaron, “que fue mucha”, como por reconocer el gesto de alguien que se pone en riesgo para ayudar a otros.
Por eso, piden que se comuniquen con La Voz de Lanzarote, a través del correo direccion@lavozdelanzarote.com o en el teléfono 928 80 03 03, para que a través de este medio puedan ponerse en contacto con ellos.