Una vecina estaba paseando el sábado sobre las 19.00 horas con sus perras por las afueras de Guatiza, en el municipio de Teguise. En esa zona, siempre había visto una gran pila de restos de tabobos, pero ese día no estaba. No obstante, sí pudo ver cenizas aún "humeantes". Creía que eran "dos troncos calcinados de tuneras", pero cuando se acercó vio que en realidad se trataba de una estampa mucho más cruel, la del cadáver de un perro calcinado.
Esta mujer explica que sus perras fueron hacia la zona donde salía humo a "olfatear con curiosidad uno de los troncos". Cuando vio lo que en realidad estaban olisqueando, le dio "un vuelco al corazón". "Por desgracia, mi corazón no se equivocó. Era el cadáver quemado de un perro", relata.
Acto seguido llamó a la Policía Local de Teguise. "Me dijeron que pasarían y tuve que volver a llamar el lunes, porque el cadáver seguía allí", critica. Esta mujer no se explica cómo alguien pudo hacerle esto a su animal. "Comprendo que hay un sector muy elevado de la población que es de otra generación y de otra educación y las nuevas leyes y el progreso de la civilización se lo pasan por el forro", denuncia.
Ante el hallazgo de este cadáver calcinado de perro, esta vecina confía en que tanto la policía como los jueces se lo tomen "en serio", para que "este pobre ser tenga justicia". Y es que quiere que se investigue el caso para que se conozca si el perro fue calcinado cuando ya estaba muerto o si, por el contrario, alguien acabó con su vida.
Multas para concienciar
Así, pide que se impongan multas, al igual que cuando se comete una infracción de tráfico. "Que hagan un cuerpo dedicado a esto, una brigada animal. Que pongan multas, que seguro que reunirían bastante dinero y concienciarían a la población. Si no, que se lo pregunten a Tráfico, que vaya como nos hemos concienciado a base de multas", insiste.
Por último, confía en que exista "justicia" para este "angelito", en referencia al animal.