La isla de Lanzarote ofrece infinidad de experiencias, por lo que a veces puede llegar a ser complicado saber qué actividades o visitas es mejor priorizar en tu viaje.
Desde visitas a volcanes, cuevas o atardeceres de ensueño, a continuación tienes nueve cosas que tienes que hacer sí o sí en tu viaje a la isla de Lanzarote.
Un sendero por el interior de un volcán
Lanzarote es conocida como “la isla de los volcanes”, por lo que no puedes irte sin visitar el interior de uno. La ruta más sencilla, que además podrás hacer en familia, es la del Volcán del Cuervo, en Tinajo.
Se trata de un sendero de una hora aproximadamente que rodea dicho volcán, pero que también te permite adentrarte en el interior de su cráter, una experiencia única.
Entrar en una cueva
Aunque cuevas hay en todos sitios, ninguna es como la Cueva de Los Verdes, un tubo volcánico formado tras las erupciones del Volcán de la Corona, en el norte de la isla.
Tendrás que visitarla mediante un tour guiado, donde recorrerás varias galerías de hasta 50 metros de altura y te explicarán la historia de la cueva, con una gran sorpresa al final que te dejará sin palabras.
Pasear por una playa de arena negra
Muchos turistas vienen a pasar sus vacaciones a Lanzarote para desconectar en la playa, pero lo que muchos desconocen es que la isla también tiene playas volcánicas, de arena negra.
Son lugares perfectos para dar un paseo al atardecer, con el sonido de las olas rompiendo en la orilla, y de paso, para sacar alguna que otra foto. Las más impresionantes son la playa de Montaña Bermeja y El Golfo, en el municipio de Yaiza.
Es importante mencionar que en este tipo de playas no está recomendado el baño por la fuerza de las corrientes marinas, a excepción de la playa de La Arena, en Playa Quemada, donde el mar tiende a estar tranquilo.
Bañarte en una piscina natural
Además de playas de arena dorada y negra, Lanzarote cuenta con cientos de piscinas naturales, repartidas por el norte y el sur de la isla.
Estos charcos consisten en distintas formaciones rocosas con filtraciones de agua marina, de distintos tamaños y profundidades donde podrás relajarte y pasar un día alternativo de “playa”.
Las más conocidas son las del pueblo de Punta Mujeres, en Haría, y Los Charcones en el municipio de Yaiza. En cualquier caso, si te decantas por estos últimos es importante mencionar que se trata de un sitio donde las olas pueden llegar a golpear con fuerza, por lo que hay que tener mucha precaución.
Ver el atardecer desde lo alto del Risco de Famara
Para los amantes de las alturas, de los paisajes y de los atardeceres únicos, un lugar imperdible es el Risco de Famara, en Teguise.
Si subes en coche hasta su mirador durante la puesta de sol, podrás disfrutar de las increíbles vistas a la playa de Famara y verás los distintos volcanes que se alzan en el horizonte.
Visitar el mercadillo de Teguise
Si tienes la suerte de poder disfrutar de un domingo en la isla, por la mañana tienes que visitar el popular mercadillo de la Villa de Teguise.
Las calles del pueblo se transforman por completo, pasando de la tranquilidad al bullicio, con aglomeraciones de artesanos y visitantes. Allí encontrarás todo tipo de piezas de artesanía, como cerámica, cestería, o incluso productos naturales, así como quesos y vinos elaborados con aloe vera. Es un buen sitio para llevarte un souvenir más original de Lanzarote.
Comer papas arrugadas en un teleclub
Si nos trasladamos al ámbito de la gastronomía, una comida que no te puedes perder son las famosas papas arrugadas con mojo rojo o mojo verde, conocidas en muchos lugares del mundo.
El mejor sitio para degustarlas es en los distintos teleclubs repartidos por la isla, un lugar donde la gente del pueblo tiende a reunirse para jugar a las cartas o a la bola canaria, y donde también podrás probar otros platos típicos de Lanzarote, como la carne fiesta o el caldo millo.
Disfrutar del arte de César Manrique
En cualquier caso, no puedes irte de Lanzarote sin disfrutar del arte del conejero César Manrique, quien supo ver el potencial turístico de la isla, pero sin dejar de lado su propia esencia y el cuidado del medio ambiente.
Algo que ha conseguido con sus obras, como los Jameos del Agua, el Mirador del Río o el Jardín de Cactus entre otros, todos ellos parte de la red de Centros Turísticos.
Hay que pagar entrada para visitarlos, pero también se pueden adquirir bonos con descuentos que engloban varios de ellos. Son una parada obligatoria para entender la cultura de Lanzarote.
Visitar la salvaje isla de La Graciosa
Para aquellos que viajen varios días a Lanzarote y quieran ver una isla “salvaje” y muy diferente al resto, pueden hacer una excursión de un día a La Graciosa, a tan solo media hora en ferry.
Se trata de una pequeña isla al norte de Lanzarote con poco más de 700 habitantes y sin carreteras, caracterizada por sus playas vírgenes y por sus aguas turquesas, donde parece no haber llegado la masificación del turismo.
Un lugar perfecto para relajarse y desconectar, pero también para aprender sobre otro tipo de estilo de vida, una vida a la vieja usanza.