Las rutas y senderos son una buena forma de conocer la isla de Lanzarote, ya que en ellas descubrirás playas secretas, volcanes con mucha historia y numerosos paisajes que quitan el aliento, todo ello estando en pleno contacto con la naturaleza.
Aunque Lanzarote cuenta con una gran red de senderos que se extiende por toda su geografía, a continuación tienes algunos de los más espectaculares, aunque no aptos para todos, ya que muchos requieren de una buena condición física.
1. Caldera Blanca y La Caldereta
Con más de 450 metros de altura y un cráter de 1.200 metros de diámetro, uno de los volcanes más impresionantes de la isla es el volcán de Caldera Blanca, situado en el municipio de Tinajo.
La ruta para visitarlo consta de unos 10 kilómetros, y se puede realizar en unas cuatro horas de media. El punto de partida es un parking que se encuentra en un camino de tierra denominado “camino del Cráter”, cerca de la Ermita de los Dolores.
Desde allí comenzarás un sendero de poco más de 1 kilómetro (unos 25 minutos) en zigzag por un mar solidificado de lava, hasta llegar a La Caldereta, otro volcán más pequeño. Una vez superado, y siguiendo el camino, terminarás alcanzando la base de la famosa Caldera.
El ascenso no supone mucha dificultad técnica y desde las alturas podrás observar el contraste del blanco del volcán con el negro del mar de lava, así como su inmenso cráter. Hasta este punto, se trata de una ruta relativamente sencilla para la que no se requiere una gran condición física.
Sin embargo, para aquellos más aventureros que deseen ver el Parque Nacional de Timanfaya, pueden rodear el cráter por la parte izquierda hasta llegar al punto más alto del volcán.
Es importante mencionar que hay que ser cautos durante esa parte del recorrido, ya que los vientos fuertes pueden dificultar la subida y además ya requiere algo más de fondo físico. Por ello, siempre se recomienda subir cuando haga buen tiempo y asegurar bien la pisada, sin prisas.
2. Camino de los Gracioseros
El Camino de los Gracioseros, más conocido como la “bajada del Risco” es una de las rutas más increíbles de Lanzarote, ya que consiste en descender por el Risco de Famara hasta llegar a una de las playas más solitarias y tranquilas de la isla, la playa Bajo el Risco.
Es importante mencionar que se trata de una ruta que puede llegar a ser peligrosa en algunos tramos, debido a su desnivel y al mal estado del camino, lleno de piedras, por lo que se recomienda ir con precaución.
Para localizar el punto de bajada tendrás que ir hasta el pueblo de Ye y acercarte hasta el Hotel Rural Finca La Corona. A la izquierda verás un camino empedrado donde podrás dejar el coche y comenzar el descenso. Se trata de un sendero de unos 45 minutos de bajada con dificultad media, debido a su desnivel de más de 400 metros de altura, por lo que es imprescindible hacerla con un calzado cerrado y cómodo.
Concretamente, la mayor complicación reside en el camino de vuelta, siendo normal incluso superar los 60 minutos de trayecto durante la subida. Por tanto, no se recomienda ir con niños pequeños ni con personas mayores que no estén en buena forma física.
Durante el camino podrás disfrutar de unas vistas increíbles del archipiélago Chinijo, especialmente de la isla de La Graciosa. Finalizado el descenso, llegarás a una playa virgen de 500 metros de arena, con aguas turquesas y generalmente en calma, perfecta para pasar el día.
Recuerda llevar suficiente agua y comida durante esta ruta, así como el móvil bien cargado, ya que al llegar a la playa no encontrarás ningún tipo de servicio.
3. Subida a Montaña Colorada
Frente al volcán del Cuervo, en Tinajo, se encuentra Montaña Colorada, un volcán que debe su nombre a los tonos rojizos que le caracterizan, una consecuencia de la presencia de óxidos de hierro en la composición de la lava. Cabe destacar que este volcán fue uno de los últimos en formarse durante el período de erupciones.
Esta ruta circular “al planeta Marte” comienza con un sendero que asciende de forma transversal. Es importante mencionar que se trata de una ruta algo compleja, con 465 metros de desnivel, donde además el suelo tiende a tener alguna que otra piedra suelta, ralentizando la subida.
Por tanto, se recomienda subir con precaución y a paso lento, para garantizar la buena pisada y evitar resbalar. Una vez en la cima de la Montaña Colorada, lo ideal es circunvalar el cráter, para así observar unas increíbles vistas hacia el Parque Nacional de Timanfaya y hacia el propio volcán del Cuervo.
Para descender, tendrás que volver por el mismo camino de subida, para luego bordear el perímetro de la montaña e ir aprendiendo sobre su actividad volcánica a través de los paneles informativos.
4. Ruta de Femés a Playa Quemada
La ruta desde el pueblo de Femés a Playa Quemada, en el sur, se trata de un sendero que ofrece en todo momento unas vistas espectaculares del océano Atlántico y del Monumento Natural de Los Ajaches, un macizo volcánico de 7,4 kilómetros lleno de valles y barrancos.
Se trata de un recorrido de unos 8,3 kilómetros, unas dos horas aproximadamente de bajada hacia la costa, y de dificultad media, ya que aunque la mayoría del tiempo sea relativamente sencillo gracias al buen estado del camino, el inicio es algo complicado.
El sendero comienza en lo alto del Pico del Filo, cerca de la Iglesia de Femés, con una bajada estrecha por una vía de cabras, bordeando el Barranco de la Higuera. Finalizados los primeros kilómetros comenzarás a ver el mar con numerosas jaulas marinas al fondo, concretamente una pequeña playa de arena negra llamada El Pozo, con el mar en calma y en completa soledad, debido a la dificultad que supone llegar a ella.
Tras descansar un rato y refrescarse con un baño, la ruta continúa por un camino en zigzag por los acantilados que te llevarán hasta la famosa playa de arena negra de La Arena, seguida de la playa de rocas de Playa Quemada, un trayecto final que te llevará una media hora.
Una vez en Playa Quemada, puedes aprovechar para comer un buen pescado o marisco en uno de sus tres restaurantes y poner el broche de oro final a la ruta.
Al ser un sendero lineal tendrás dos opciones para volver al punto de partida, o bien hacer la ruta de vuelta por el mismo camino y recorrer otros ocho kilómetros o hacer la ruta con dos coches, dejando uno abajo en Playa Quemada y otro en Femés.
5. Sendero del pueblo de Teguise a la Playa de Famara
Se trata de una ruta circular de unos 22 kilómetros de dificultad media que atraviesa el Risco de Famara, en el norte de la isla.
El punto de partida es la urbanización de los Noruegos, en Caleta de Famara, allí encontrarás el sendero señalizado. La primera parte, que discurre por el Barranco de la Poceta, es bastante sencilla y se va dificultando a medida que subes, aunque sin necesidad de trepar o escalar.
Por el trayecto podrás observar aljibes y unos depósitos o pocetas para la extracción de agua que dan nombre al barranco. Una vez en la cima, te encontrarás en Las Peñas del Chache, el punto más alto de Lanzarote, a más de 600 metros de altura.
Tras bordear el Risco por el mirador de Las Nieves llegarás hasta la Ermita de las Nieves, donde podrás aprovechar para descansar, y así luego continuar hasta el Pico de Marmajo. Esta parte es muy fácil, ya que se trata del camino que hacen muchos vecinos de Teguise para llegar hasta esta pequeña iglesia.
Llegados al Pico, comienza un descenso algo más complicado debido a las pequeñas piedras sueltas en el camino, pasando por el Lomo de La Casa, Morro Alto y Las Laderas, hasta llegar a Los Noruegos, el punto de partida,
Debido a la dificultad del sendero y a su duración, de unas cuatro horas y media, no se recomienda hacerlo solo y tampoco si no se está en buena forma física.