Llevábamos semanas hablando y escuchando sobre la manifestación del pasado 20 de abril, muchos me pedían mi opinión y otros todavía me preguntan, ¿fuiste?
No, no fui porque algunos se empeñaron en darle el toque sensacionalista de que estamos muy masificados de turistas que están destrozando nuestra isla, algo que es incierto aunque hay horas y lugares concretos muy saturados, pero por la mala gestión de acceso, como ocurre en la Montañas del Fuego donde todavía puedes ir en tu coche y aparcar en la misma montaña.
Por eso siempre me mostraré contrario al uso de esa palabra porque no creo que estemos saturados de turistas sino muy mal gestionados, aunque tengo la esperanza de que los cambios irán llegando, y no creo que sea precisamente por la manifestación de ayer.
No obstante, el poder de algunos medios de comunicación y de las redes sociales han simplificado la manifestación del sábado en que una gran masa diga “no más turistas”.
Y han sido tantos, que incluso los organizadores dicen que no esperaban tanta respuesta porque hasta ellos desconocen cuál fue el motivo o más bien los motivos por los que tanta gente salió a la calle.
La realidad es que lo canarios no tenemos nada en contra de los turistas; es más, somos conscientes del progreso que hemos tenido desde los inicios del turismo, y somos conscientes de nuestra dependencia del mismo.
Sí reconozco que desde el sector y, sobre todo, desde las administraciones, no todo se ha hecho bien porque teníamos que haber parado hace muchos años en vez de traer más y más turistas, pero no lo hicimos.
Tendríamos que haber escuchado ese mensaje de César de “más vale poco que mucho”, pero no lo hicimos y ahora cada día que pasa se hace más difícil porque cada día la población es más grande y además no para de crecer.
Pero ahora después del 20 de abril vemos que todos los partidos políticos alegan recoger el guante del mensaje, algunos se presentaron en la manifestación después de no hacer nada, y enarbolaron pancartas con “ni un turista más” o “Canarias tiene un límite”.
Hasta la Fundación César Manrique se unió a la manifestación mientras factura cada día miles de euros sin establecer un tope de turistas/día en sus dependencias o de estar años sin preocuparse por el mantenimiento de obras de César, porque eso no va con ellos, siempre cuando vengan muchos turistas a sus instalaciones.
Pero, como decía al principio, no fui a la manifestación porque al final se quedó en un grito donde parece que el turismo es el culpable de todos los males que sufre está tierra y sus gentes.
Todos y cada uno de los partidos políticos dicen que han escuchado el mensaje y trabajarán por qué así sea.
¡Qué hipocresía!
Quizás no se quieran dar cuenta de que el motivo principal de las personas que acudieron el sábado a la manifestación es que están hartas de los problemas cotidianos que sufren:
• Falta de vivienda, no por la vivienda vacacional sino por una política de vivienda inexistente sin construir una vivienda pública desde hace más de 20 años y con planes generales bloqueados que ha hecho que apenas se construyan casas pero sí hoteles.
• Listas de espera interminables o incluso días o semanas de espera para ir a tu médico de cabecera.
• Exceso de coches por culpa de un transporte público no ineficaz sino desastroso, y algunos casos inexistentes como en algunos pueblos de nuestra geografía, Masdache un claro ejemplo.
• Unas escuelas que cada vez que viene calor se deben suspenden las clases por calor insoportable en las aulas.
• Cortes de agua y apagones eléctricos.
• Impunidad con turistas y residentes que hacen locuras en nuestros parajes naturales en busca de la foto perfecta.
• La inmigración descontrolada, no sólo en patera sino vía aeropuerto también.
• Del aumento del coste de la vida, no sólo de la vivienda sino incluso del pan para el bocadillo.
• De la burocracia en busca de soluciones que nos aburren y nos hacen perder el tiempo un día, el siguiente y el otro.
• De calles, aceras sucias y rotas muy rotas.
• De que la ley dependencia te conteste cuando tu familiar ya falleció.
• Falta de zonas verdes, de escuelas infantiles, parques donde jugar, pasear, etc.
• Del pan y circo para entretener mientras no solucionamos los problemas diarios.
• Y muchos otros problemas cotidianos que sufrimos a diario.
Y eso no es culpa del turista es culpa nuestra, de todos nosotros, me incluyo porque soy político, atípico pero político.
La manifestación del sábado no era contra el turista sino en contra de la nefasta gestión de políticos y en especial los partidos políticos de todos los colores, los de ahora, los de antes y los de muy antes....
Simplemente no hemos estado a la altura de las circunstancias y los canarios están hartos de nosotros, de escucharnos en tertulias echando la culpa a unos y a otros mientras la casa sigue sin barrer.
Así que si se quiere recoger el guante de lo expresado ayer en la manifestación empiecen, empecemos a generar un cambio con un gran pacto insular y con mucha cabeza o incluso alguno puede dar un paso atrás y quedarse en casa por el bien de todos nosotros.
Canarias está harta de hipocresías y queremos buenos servicios públicos, sanidad, educación, sociales.
Y recuerden Canarias no tiene un límite, Canarias puede hacer lo que quiera, incluso autogobernarse si fuese necesario.
Comprendo que todos nosotros sí tenemos un límite y ya estamos hartos de mala gestión sufrida desde que llegó la democracia donde cada día pagamos más y tenemos menos.
Aunque también les digo que las cosas no se cambian yendo a manifestaciones sino dando un paso al frente e intentar gestionar desde la política nuestro barrio, nuestro municipio, nuestra isla y nuestra tierra canaria.
Así que dejémonos de tonterías y empecemos a trabajar en el cambio, empezando por uno mismo, dejémonos de buscar culpables y demos ejemplo diariamente.
Canarias simplemente necesita lo mejor que podamos dar cada uno de nosotros en todos los ámbitos.