Tías ha comenzado el 2025 siendo protagonista de una noticia bochornosa. El nombre de nuestro municipio apareció el día 1 de enero en los principales medios de comunicación de Canarias asociado a términos tan lamentables como “reyerta”, “herido grave” o “arma blanca”. Durante la madrugada del Año Nuevo, en la verbena celebrada en Puerto del Carmen, una persona resultó herida de gravedad en una pelea que requirió de su traslado urgente al Hospital tras tener que esperar a la llegada de los recursos sanitarios. El incidente dejó una imagen surrealista que rápidamente se hizo viral en redes sociales: los miembros de la orquesta interrumpieron su espectáculo para hacer un llamamiento al orden. “En estas condiciones no podemos trabajar”, afirmó una de las integrantes mientras los presentes grababan con sus móviles los hechos en una plaza repleta de asistentes.
La verbena de fin de año en el Varadero debería ser un evento para celebrar la llegada del nuevo año con alegría y en familia, no un escenario de peleas y caos y, menos aún, agresiones con lesiones. Lo ocurrido esa madrugada nos deja un balance preocupante: un herido grave por arma blanca y un ambiente de inseguridad que empañó lo que debía ser una fiesta para vecinos y turistas. Pero lo sucedido no es algo excepcional de la noche de fin de año en el Varadero, cualquier vecino de la zona podrá señalar que es habitual observar los fines de semana la falta de presencia policial en el lugar antes, durante y después de finalizar el horario de ocio nocturno. La falta de prevención en materia de competencias de tráfico dentro del casco urbano provoca que los asistentes dispongan de total libertad para marcharse en los mismos coches en los que llegaron, tras horas de estar consumiendo bebidas alcohólicas en los establecimientos de la zona.
Tampoco podemos tratar este incidente como un caso aislado. Año tras año, la falta de previsión y planificación del equipo de gobierno formado por PSOE y Podemos convierte eventos masivos como este en escenarios de riesgo para la población. La escasa presencia policial y la ausencia de recursos sanitarios suficientes hasta la finalización del evento son una clara muestra de que el Ayuntamiento sigue sin aprender de los errores del pasado. Errores que paga el ciudadano.
No es la primera vez que Puerto del Carmen se convierte en el epicentro de altercados durante eventos multitudinarios. En años anteriores, hemos sido testigos de situaciones similares que siempre evidencian la misma negligencia. La hemeroteca nos recuerda situaciones lamentables como las siguientes: “Batalla campal en Puerto del Carmen, núcleo turístico de Lanzarote”, “Un altercado en el Varadero reabre el debate sobre la falta de Policía en Tías”, “La pelea que produjo tres heridos en Puerto del Carmen se produjo entre turistas que salían del Centro Atlántico”. Es inadmisible que, pese a los antecedentes, el gobierno municipal no adopte medidas serias para evitar que estas situaciones se repitan. Mientras otros municipios de la isla invierten recursos en materia de seguridad, otros mantienen una visión estrecha de miras ante la realidad con la esperanza de que los vientos cambien a su favor. Tampoco debemos extrañarnos con el talante de este gobierno municipal si, ante las obligaciones legales en materia de seguridad en todos y cada uno de nuestros pueblos, vota en contra, tal y como hicieron en el pleno celebrado el 17 de diciembre. Un coste que no podemos seguir pagando.
El precio de esta falta de responsabilidad no solo lo sufren los asistentes al evento, sino también la imagen de Puerto del Carmen como destino turístico. Este núcleo turístico es el motor económico de Tías y uno de los más importantes de Lanzarote. Los empresarios, vecinos y turistas no podemos seguir cargando con las consecuencias de la desidia de este grupo de gobierno, pues la falta de inversión, organización y previsión en materia de seguridad deteriora la imagen de nuestro municipio, tanto a nivel internacional en los mercados turísticos como a nivel insular entre los propios residentes de la isla.
Es especialmente grave que este altercado se produzca además en un momento en el que los datos insulares reflejan un descenso general de la criminalidad en Lanzarote. A pesar de ello, no podemos caer en la trampa de valorar la situación de la seguridad solo a través de los datos de los últimos nueve meses, hay que tener en cuenta que, al disponer de menos cantidad de agentes en servicio no se cubren todos los requerimientos, lo que conlleva una reducción de los casos penales que acaban en las estadísticas. Como ejemplo se puede hacer mención a los datos aportados por el propio grupo de gobierno en referencia a la circulación de vehículos en Puerto del Carmen, arrojando una cifra de 2 millones de vehículos en tránsito sólo en tres meses, y que supone una sobrecarga de la circulación en el principal núcleo económico del municipio. Por muchos datos que se aporten, si no hay presencia policial, la mayoría de las incidencias en materia de circulación no quedan reflejadas porque no ha existido intervención de los agentes. En estos casos son los propios usuarios los que tienen que buscar soluciones que, posteriormente, suelen derivar en situaciones de conflicto con otros usuarios de la vía. Esto deja en evidencia que el problema no radica en el contexto general de la isla, sino en la incapacidad del gobierno de Tías para gestionar de manera eficaz la seguridad en eventos clave además de otras situaciones.
No podemos seguir improvisando con la seguridad de nuestro municipio. Puerto del Carmen no puede permitirse más incidentes que dañen su reputación ni poner en riesgo a quienes eligen este lugar para vivir, trabajar o disfrutar de sus vacaciones. Es hora de que el equipo de gobierno deje de actuar con pasividad y asuma su responsabilidad. Los vecinos y turistas merecen un Puerto del Carmen seguir, planificado y digno de su importancia como motor económico de Tías y Lanzarote.
