Imagínate que en tu país gobierna el presidente más corrupto de la historia democrática reciente, un presidente que intercambió 7 votos de los independentistas catalanes, cuyo líder es un fugitivo de la justicia, a cambio de una ley de amnistía inmoral y probablemente ilegal, ley de la que renegaba hasta que necesitó de esos 7 votos para ser investido presidente.
Imagínate que la esposa de este presidente está siendo investigada y que tiene toda la pinta de que realmente haya sustancia jurídica para que acabe condenada. Imagínate que el hermano de ese presidente también está siendo investigado por malversación, prevaricación y tráfico de influencias y que el muy sinvergüenza decía que vivía en Portugal para ahorrar impuestos.
Imagínate que la hasta hace nada mano derecha de ese presidente, el señor Ábalos, lo tuvieron que expulsar del partido por las sospechas de corrupción, e imagínate que la mano derecha de esa mano derecha, el señor Koldo, también está siendo investigado por la justicia. E imagínate que el PSOE canario estuviera manchado por el caso del Tito Berni.
Ahora imagínate que en casi toda España se produce una especie de vuelco electoral, digo “especie” porque tampoco ha sido nada espectacular, en donde el partido de centro-derecha nacional resulta ganador en casi todas las provincias españolas menos en las regiones más independentistas y, también increíblemente, en Canarias, no siendo Lanzarote una excepción a es derrota contra los socialistas.
No sé, con esos resultados ver celebrar nada al PP canario y en particular al PP lanzaroteño, me pone de mala leche. Me pone de mala leche, no porque sea militante del PP (no lo soy) o votante fiel (tampoco lo soy), sino porque como votante de centro-derecha que podría incluso votar a un partido de centro-izquierda si se dieran las circunstancias, me enfada que no hayan podido vencer al PSOE lanzaroteño y todo su tinglado afín, con la muy izquierdista Fundación César Manrique a la cabeza, un partido que apoya al presidente del gobierno nacional más nefasto de la historia democrática moderna y que ha provocado una crisis de la vivienda sin precedentes en España y muy en particular en la isla de Lanzarote, donde muchos de nuestros conciudadanos están sufriendo gravemente por las políticas equivocadas de los socialcomunistas durante los últimos 6 años de su gobierno.
A ver si se enteran Astrid, Jacobo y Yonathan (y de paso los líderes de CC aunque no sé si debería decir a los escuderos del PNv). Hacer obras que la isla necesita, arreglar las calles y embellecer la ciudad son cosas necesarias, sin duda, pero no es así como se consiguen votos. ¡A los resultados de las europeas me remito!
En 2024 los votos se consiguen dando la batalla cultural y no dejándose comer el relato como niños a los que les quitan las golosinas. Los socialistas canarios promovieron muy inteligentemente las manifestaciones del mes de abril de “Canarias tiene un límite”, en una maravillosa maniobra preelectoral que ustedes y CC se han comido con mojo por mojigatería.
El verdadero problema de Canarias y de Lanzarote en particular, no son las llegadas de inmigrantes ilegales, ni de los turistas, ni las viviendas vacacionales, el problema de Lanzarote se llama problema de acceso a la vivienda, de falta de oferta agravada de forma muy aguda por las inoperantes medidas de la administración Sánchez. Porque cuando no hay vivienda digna a un precio digno, la gente, como es lógico y natural, empieza a mosquearse.
Y el PSOE canario, magistral y maquiavélicamente, ha conseguido reorientar ese malestar para que muchos canarios identifiquen el problema como el que no es. Tan magistralmente lo han hecho que han ganado aquí cuando han perdido en toda España y en Europa.
El centro derecha conejero tiene que despertar y empezar a llamar las cosas por su nombre: crisis de la vivienda creada por los socialcomunistas de Madrid. Tiene que empezar a poner soluciones de verdad construyendo hasta 15.000 viviendas, la mayoría de ellas protegidas, para que nuestros conciudadanos tengan lo que necesitan y se merecen: no dedicar casi todo su sueldo a sobrevivir malamente.
Y a parte de poner soluciones de verdad y no parches, tiene que denunciar la auténtica raíz del problema, sin pelos en la lengua, para convencer democráticamente al electorado de que votar al PSOE de hoy en día, es votar a un partido que solo genera pobreza allá por donde pasa.