Sí, somos diferentes

14 de mayo de 2020 (22:57 CET)

A los desatinos que este gobierno nos tiene acostumbrados, hemos de añadirle uno pero con mayúsculas? 14 días de cuarentena para el turista que llega a territorio nacional, aunque no sepan en qué parte del mapa colocar nuestro archipiélago.

Lo que Canarias necesita, desde el sentido común, es blindar nuestras fronteras exteriores e interiores con un muro infranqueable al Covid 19 y solo para él, lo cual considero que sería el mayor de los acicates para impulsar una economía real con demanda y con proyección de futuro.

Canarias, conjuntamente con Baleares, tienen que tener una estrategia diferenciada que ponga de manifiesto que son de las regiones menos afectadas por la pandemia de España y del mundo.

Lo que no es de recibo, es que en una cadena de supermercados (Hiperdino), realice test de temperatura para permitir la entrada a cualquiera de sus centros y en el aeropuerto de Barajas simplemente se tenga que presentar la tarjeta de embarque para acceder al vuelo? cabe recordar que Madrid, a día de hoy, es la ciudad española con más muertos por Covid 19 y la cuarta del mundo, con más de 8.000 muertos, ¿y sigue sin poder aterrizar en Canarias un vuelo procedente del sur de Suecia que cuenta con 397 contagiados por millón de habitantes? Es de locos, esta es la absurda realidad que padecemos en nuestra tierra, para llorar.  

Ya cansa realmente la crítica a los desatinos, y lo peor de todo es que nos va la vida en ello, es una cuestión de inmediatez. ¿Hasta cuándo tenemos que seguir callados y asistir con rabia al desastre que están generando con estas medidas a los canarios? Ya lo exigía este miércoles Ana Oramas en el Congreso de los Diputados con voz alta: -"necesitamos mayores controles de seguridad en los vuelos a Canarias"-, incluso yo voy más allá, como vivimos en un archipiélago y la fragmentación por isla facilitaría el control del Covid por isla, lo suyo sería hacer controles en todos los aeropuertos insulares que realicen vuelos interinsulares, desde un test de temperatura hasta un PCR por viajero y con control del GPS anónimo asociado solo a un número controlando así vectores de contagio en el territorio.

Aplicando medidas de este tipo y no los disuasivos 14 días de cuarentena, convertirían a Canarias y Baleares en punta de lanza mundial en el desarrollo turístico post-Covid 19. Además, medidas de esta índole, otorgarían una visibilidad mediática de Canarias extra, que bien gestionada nos ubicaría entre los cinco primeros puestos del exclusivo ranking de los mejores destinos turísticos del mundo. Una campaña en la que la inversión más costosa sería el sentido común, que con decisiones de cuarentenas que exceden el periodo medio de nuestros visitantes, lastra cualquier iniciativa en este sentido.

Implementar como no puede ser de otra manera, la formación a cualquier persona que desarrolle cualquier actividad -ya sea comercial o industrial- y persona que opte a un puesto de trabajo, de los nuevos estándares de seguridad que a partir de estos momentos serán imprescindibles incluso en lo más cotidiano.

Considero que esta debe ser la senda por la que dirigir a Canarias en lo relativo al turismo, nuestra principal fuente de riqueza.

Entre todos hemos de procurar la posibilidad de que hasta un teletrabajador alemán, por ejemplo, pueda seguir haciendo su trabajo desde nuestra playa de Famara o de cualquiera de los extraordinarios resorts turísticos de los que Canarias dispone.

 

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