Seis pinceladas sobre cómo cambiar las cosas

20 de marzo de 2015 (10:02 CET)

Después de tantos años de mal gobierno, de despilfarro, de representantes públicos sometidos a los intereses económicos de una minoría, de corrupción generalizada en contrataciones y operaciones urbanísticas, y de anteposición de intereses partidistas al interés general, resulta difícil imaginar otra manera de gobernar. Por eso, cuando se ponen encima de la mesa otras alternativas, nuevas formas de gestionar este escenario duro en que vivimos, suele aparecer un velo de escepticismo, como si nos costara creer que, de verdad, las cosas se pueden hacer de otra manera. 

Junto a la incredulidad, se impone también un discurso derrotista e interesado que trata de convencernos de que si los partidos tradicionales no han logrado cambiar las cosas es porque no se pueden cambiar, porque la realidad es demasiado compleja para poder lograrlo. Es otra forma de decir ese famoso "las cosas son así, y si nosotros no hemos podido tú tampoco vas a poder", tratando de infundir un conformismo sumiso en la población. Para eso estamos aquí, para demostrar que sí que podemos, que existe la posibilidad de gestionar el interés general de una manera más justa y equitativa que no genere tanto "proletariado". 

Para los que reclaman saber cómo vamos a hacerlo, he aquí algunos apuntes: 

1. Logrando ser independientes del poder económico. La campaña a la que concurriremos se llevará a cabo sin pedir préstamos ni aceptar "donaciones" de empresarios. Debemos ser conscientes de que, si de verdad queremos cambiar las cosas, no podemos endeudarnos o adquirir compromisos y contraprestaciones con quienes no quieren que cambie nada por que se encuentran cómodos en la situación actual. 

2. Dando ejemplo. Después de años de legítima desconfianza de las verdaderas intenciones de quienes entran en política, nos comprometemos a tener unos sueldos normales, limitar el tiempo de mandato de nuestros representantes públicos, y a acabar con el despilfarro y las malas prácticas respecto a la contratación de asesores. 

3. Poniendo en el centro de la agenda los problemas más urgentes y poniendo en marcha un Plan de Rescate Ciudadano. Un ejemplo, el nuevo presupuesto aprobado por el Cabildo contempla un incremento sustancial de la partida de inversiones, pero solo una pequeñísima parte irá a parar a quienes peor lo están pasando. Un 2% de incremento en las partidas del Instituto de Atención Social y un 200% de incremento en carreteras. 

Dinero y recursos hay, lo que no tienen los actuales dirigentes es voluntad política ni altura de miras para acabar con el problema de la pobreza y la exclusión social en esta isla. 

4. Impulsando una economía de justicia social y ecológica, con la vista puesta en la economía del bien común, para cambiar las bases de nuestro modelo de desarrollo socioeconómico. Hay maneras de luchar desde lo local, a través de los medios de que disponen cabildos y ayuntamientos (empleo público, implementación de criterios sociales en la contratación pública...), contra la precarización del empleo. 

5. Apostando verdaderamente, sin artificios publicitarios, por un cambio de modelo energético. Las posibilidades que, a nivel económico y de empleo, ofrece un giro decidido hacia una isla limpia energéticamente hablando, son enormes, ya que Lanzarote tiene el tamaño perfecto y las condiciones ambientales ideales para lograrlo. 

Hace falta disposición y un equipo de trabajo que crea en este proyecto. 

6. Defendiendo y demostrando que lo público se puede gestionar de forma racional y eficiente. Que no es necesario privatizar las mejores piezas de suelo público de la isla y entregarlas a empresas privadas para paliar la propia incapacidad de gestión. El Islote del Amor puede ser un buen ejemplo: 2,4 millones de euros después de ser rehabilitado con dinero público para convertirlo en un centro de ocio ciudadano, el ayuntamiento decide cederlo, con el apoyo institucional inestimable del Cabildo, a una empresa particular para construir un acuario y convertir en negocio para unos pocos uno de los mejores espacios públicos de Arrecife. Se puede recuperar para los ciudadanos de Arrecife el proyecto original y convertir el Islote en la prueba de que lo único que hace falta es voluntad política para poner la ciudad al servicio de la gente. 

Son solo seis pinceladas, que tienen la intención de mostrar que lo que verdaderamente está de fondo en nuestras instituciones en estos momentos es no tanto un problema de dificultades insalvables de gestión ni de carencia de recursos económicos. Lo que falta realmente es tener bien claro en la cabeza a quién queremos servir, para qué queremos estar en las instituciones, saber el lugar exacto hacia el que queremos dirigirnos y ponernos en marcha. Y no hará falta mucho para demostrar que sí que podemos hacer las cosas de otra manera, que hemos llegado hasta aquí para trabajar para la inmensa mayoría de la gente que han hecho de esta tierra su lugar para vivir.

 

Carlos Meca , candidato a las primarias de Podemos Lanzarote para la presidencia del Cabildo

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