Egoistamente todos querríamos que Quevedo no se fuera.
Pero esta ÚLTIMA ha sido tan reveladora y a su vez acogedora, que creo que sería injusto pedir tal cosa.
La valentía de anteponer la salud mental y la estabilidad a lo que históricamente se ha llamado "éxito", aquello que tenía mucho que ver con productividad excesiva, hacer, hacer, hacer y no decaer no cuestionarte nada para seguir haciendo y teniendo...
Lo cierto, es que lo fácil y sencillo sería quedarse y seguir facturando y haciendo caja.
Y no, el camino que muchas veces conduce al éxito, es sin duda irse. Para sanar, para volver a ser una persona NORMAL.
Tiene mérito cantar porque duele y no para que te den un Premio. Y tiene más mérito aún con 22 años, cuando lo sueles querer TODO, ver la fama como pasajera y como efímero lo material.
Pero sin duda, tiene aún más mérito poner en tu canción de despedida a todos tus amigos y artistas con los que has hecho tu camino y a los que les das tu espacio para el relevo. Darles todo el protagonismo a ellos sin tener que aparecer tú. Eso, solo lo hacen los grandes, que curiosamente, son siempre los que se mantienen en un segundo plano.
Ojalá Pedro pueda caminar por LPGC con tranquilidad desde la Isleta hasta el Calero. Y ojalá logre lo que busque, aunque no sepamos bien lo que es.
Yo como Canaria, siento que a Quevedo se le debe un "Premio Canarias", máxima distinción que concede el Gobierno de Canarias, por haber puesto a Canarias en el mapa como muy pocos.
Yo como Canaria, saco la bandera y llevo la pintadera en la cadena con orgullo que me regaló mi tío cuando nací.
Seguro, que a los aborígenes les gustaría saber que la identidad canaria persiste en esta tierra, con nuestra símbologia y nuestra idiosincrasia, en parte, gracias a figuras como Quevedo.
Porque seamos honestos, hay un antes y un después en esta tierra con Quevedo.
Y aunque sólo me sale cantar un "quédate"... Sé que lo que debemos cantar todos es un "Hasta Pronto"
