Por supuesto que hay gente corrupta en el Partido Popular. Lo saben ustedes y lo sé yo. Es más, sería imposible que no lo supiéramos; ¿y saben por qué? Porque cada caso de corrupción que ha habido en nuestro partido ha sido contado y publicado al detalle, como debe ser. Así que yo no voy a echar balones fuera. Si hay corrupción que se busque, que se investigue, que se juzgue y que se dé a conocer para vergüenza y escarnio de aquellos que tengan las manos largas.
Lo que me gustaría es que esto mismo que pasa en el Partido Popular ocurra en el resto de formaciones políticas; que se utilice la misma lupa y la misma cámara para todos. ¿O es que en el PSOE no ha habido nadie que se haya aprovechado de su posición en una institución pública para beneficiarse personalmente?, ¿no pertenecen Manuel Chaves o José Antonio Griñán al Partido Socialista?, ¿el caso de los ERE de Andalucía no afecta precisamente a este partido y están hablando de que han desaparecido cientos de millones de dinero público?
¡Qué decir de los nacionalistas catalanes!, porque Jordi Pujol y su familia, que se sepa, tampoco pertenecen al Partido Popular y no creo que sean el ejemplo del político a seguir. Tampoco les he visto todavía encarcelados como aquellos integrantes del PP que han sido imputados por algún delito. Ni siquiera de forma preventiva, ni he visto grandes operaciones de registros de sus oficinas con la prensa apostada en la puerta.
Y no piensen que esto de la corrupción pertenece sólo al ámbito de los partidos tradicionales, porque los nuevos vienen pisando fuerte. Hay, al menos, una docena de familiares o allegados directos de los dirigentes de Podemos que han llegado a puestos relevantes de la Administración en aquellos lugares donde gobierna el partido de Pablo Iglesias. El padre de Rita Maestre es ahora director de la Agencia Tributaria y el sobrino de Manuela Carmena coordinador de la Alcaldía, por citar un par de ejemplos.
Eduardo Garzón, hermano del líder de Izquierda Unida Alberto Garzón, es ahora asesor en el Área de Economía del Ayuntamiento de Madrid, y en Ciudadanos hay una persona, Fran Hervías, que se dedica a ir sede por sede investigando y echando del partido a las ovejas negras, que también las tienen. De hecho, ya han expulsado a más de cuarenta del rebaño.
No me gustaría que esto pareciera un "y tú más". Lo que quiero es que les llegue a todos la sensación de que soy perfectamente consciente de que hay manzanas podridas dentro de mi cesto, pero que la inmensa mayoría de los integrantes del Partido Popular somos honestos y nunca meteríamos la mano en un bolsillo que no sea el nuestro. Nos avergonzamos y mucho de los casos que están cada día en las portadas de los periódicos, pero es justo que se vaya un poco más allá. Si hay registros en nuestras sedes y personas detenidas es porque desde el Partido Popular nunca se ha interferido en ninguna investigación, siempre se ha dejado total independencia a todos los órganos que atañen a la fiscalización de las formaciones políticas, y así seguirá siendo. Me encantaría que el resto de partidos pudieran decir lo mismo, que nunca han interferido en nada, pero lo dudo.
Somos muchos más los que nos vemos obligados a responder y a dar la cara y explicaciones sobre los corruptos que los propios corruptos, y es triste que haya personas que quieran hacer ver que unos pocos integrantes son todo un partido. Sólo les pido que sean críticos cada vez que ven que una misma sede se registra varias veces, por lo mismo, pero que aparece constantemente en los medios como si fueran casos separados, y sucede en el momento preciso en el que nos estamos jugando el Gobierno de España. Piensen que estas cosas no son casuales, y que en este partido si pecamos de algo es de inocencia. Desgastamos tanto tiempo y esfuerzo en gestionar los recursos públicos para que nuestros vecinos puedan vivir en un pueblo mejor (creí que esa era la misión de la política hasta que me tropecé con lo que hacen ahora los del PSOE y los de Podemos), que descuidamos otros aspectos que hoy en día parecen tan importantes, como los de la imagen. Seguramente que tienen razón los que nos llaman acomplejados, los que nos piden más contundencia. Si no llega esa contundencia no es por falta de ganas, es porque algunos creemos que la política se puede y se debe hacer de otra forma.
Pero que nadie se preocupe, porque el Partido Popular va a seguir existiendo, va a purgar sus pecados y volverá a ser referente de todos aquellos ciudadanos de este país que confían en una forma de hacer política que está muy alejada del populismo y muy centrada en la realidad del día a día.
Yo sigo confiando en el Partido Popular. Les pido que hagan lo mismo.
Por Saray Rodríguez, secretaria general del Partido Popular (PP) en Lanzarote
