Miramos hacia Grecia con temor y con lástima, con temor por lo que pueda afectar a la Unión Europea sus vaivenes políticos y por ende a España, y con lástima por los miles de Griegos que ven como su país se ha alimentado de mero populismo y no de medidas antipopulistas, medidas estas últimas que serán las que deba tomar un Gobierno responsable si quiere que Grecia vuelva a la normalidad socio-económica.
Y por otro lado escuchamos a la líder de Podemos en Andalucía decir que le aterroriza el temblor de piernas de Tsipras y que tiene miedo de que eso le pase factura a su partido. Esto nos deja entrever que quieren utilizar a España como laboratorio de un experimento político que resultó fallido en el país heleno, pero que quieren ver si en España y utilizando a los españoles como si de conejillos de indias se tratase, pudiera fructificar sus políticas bolivarianas.
En España también tenemos casos de cobardía política, y da la casualidad que siempre vienen de la mano de dirigentes socialistas, Felipe González en 1993 y José Luis Rodríguez Zapatero en 2011, los dos han tenido que adelantar las elecciones justificando una crisis económica que sin lugar a duda ha venido precedida por la nefasta gestión económica del PSOE. No olvidemos que Zapatero llegó a destruir 3 millones de empleos, y la irresponsabilidad lo llevó a adelantar las elecciones, dejando un país en la UCI y más de cinco millones de parados. Pero como siempre, después de gobernar la izquierda en nuestro país, le toca al Partido Popular recoger la basura de la fiesta socialista y demostrar que la responsabilidad y el compromiso se adquieren de principio a fin.
Sorprende ver cada día como los Gobiernos de izquierda adquieren como ADN la cobardía política que se traduce en dimisión, como hizo Trispras la semana pasada, o adelanto de elecciones como Zapatero en 2011 y Felipe González en 1993. Claro queda entonces, que el PSOE destruye lo que el Partido Popular construye.
En cambio cuando gobierna el Partido Popular, lo hace con responsabilidad y con valentía, quedando más que probado que las actuaciones que ha llevado a cabo el actual Gobierno han servido para darle la vuelta a la situación y posicionar a España como el país que más crece de la Unión Europea, por detrás de Francia, Italia, Portugal e incluso Alemania. España está apretando el acelerador y devolviendo el esfuerzo a los ciudadanos, dios nos coja confesados si llega la izquierda, porque el frenazo en el crecimiento económico estaría garantizado. Innegables son las reformas que se han tenido que llevar a cabo para poder conciliar el bienestar económico y social, pero el Partido Popular no es el culpable, es una víctima más, junto a los ciudadanos, de las políticas socialistas.
Jacobo Medina, concejal del PP en Arrecife