Uno le puede dar todas las vueltas que quiera a la madeja (de hecho, en eso siempre ha tenido especial maestría el Ayuntamiento de Yaiza), pero el hilo que encierra siempre va a ser el mismo. Y se mire como se mire, lo que está ...
Uno le puede dar todas las vueltas que quiera a la madeja (de hecho, en eso siempre ha tenido especial maestría el Ayuntamiento de Yaiza), pero el hilo que encierra siempre va a ser el mismo. Y se mire como se mire, lo que está sucediendo con el proyecto que pretende impulsar el apartotel Paradise Island en Playa Blanca recuerda demasiado a lo que ya se ha vivido anteriormente en este municipio.
Ahora, tras la denuncia pública realizada por Coalición Canaria, que ha anunciado que llevará este tema a la Fiscalía, el grupo de gobierno por fin se ha dignado a dar alguna explicación sobre este proyecto, que en realidad se llevó a pleno hace tres meses.
En su momento, una operación de este calibre ni siquiera valió una nota de prensa para explicarles a los vecinos qué se pretende hacer. Únicamente, perdido en un comunicado en el que destacaban otras cuestiones menores de esa sesión plenaria, agregaron un párrafo en el que explicaban que se había "aprobado la iniciativa presentada por un hotel de la cadena HL en Playa Blanca, que prevé el acondicionamiento de una zona verde colindante con un complejo alojativo situado en la parcela de la Urbanización Montaña Roja. Será una zona lúdica y deportiva al aire libre, como si fuese un pequeño parque temático".
Eso es todo lo que dijeron entonces, aunque se olvidaron agregar que una parte de la parcela en cuestión, es propiedad del Ayuntamiento. En realidad, de todos los vecinos de Yaiza, que al menos tendrían derecho a saber qué es lo que se está haciendo. Porque por más que el grupo de gobierno pretenda enredar la realidad, lo concreto es que aprobar ese proyecto, como dijeron entonces que habían hecho, supone dar luz verde a la cesión de suelo a una empresa privada.
Ahora, y tras tres meses sin dar ni una explicación al respecto, al grupo de gobierno le han entrado ganas de hablar del tema. Incluso han enviado un comunicado de dos folios para responder a Coalición Canaria, que cree que en aquel pleno se pudo incurrir en un delito de prevaricación, ya que entiende que el acuerdo se adoptó sin los informes pertinentes.
Básicamente, la alcaldesa, Gladys Acuña, responde que en aquel pleno, "en ningún caso se acordó ceder la parcela anexa al Apartotel Paradise Island para su acondicionamiento lúdico deportivo". Según ella, lo que se aprobó fue "la iniciativa de acondicionar una zona lúdico y deportiva" (iniciativa que reconocen que fue propuesta por ese hotel), "debiéndose ahora tramitar el procedimiento de concesión, conforme a la reglamentación de bienes de las Entidades Locales". Lo dicho, un simple enredo para dar vueltas a la madeja, o para intentar dar marcha atrás en un procedimiento que se inició aquel 28 de julio de 2011.
Los hechos, al final, son mucho más sencillos. La empresa, que ya en su momento se benefició de la generosidad del Ayuntamiento de Yaiza y ocupa suelo público con parte de sus instalaciones (concretamente, un minigolf, una pista de tenis y una cancha de fútbol), presentó un nuevo proyecto al Ayuntamiento.
Al parecer, el complejo se le volvía a quedar pequeño y demandaba de nuevo suelo de todos los vecinos de Yaiza, para construir una especie de aquapark, así como otras zonas de ocio y deporte. El beneficio, según el hotel, estaba en la necesidad de competir con otros destinos turísticos, ya que los turoperadores demandan que los "hoteles de Lanzarote ofrezcan los mismos complementos de ocio que tienen muchísimos de los hoteles de esos destinos".
El proyecto, entró en el Ayuntamiento de Yaiza el 27 de julio a las 10:52 horas. Ese mismo día, se emitió un informe (casi vacío de contenido y sin un pronunciamiento claro) y la alcaldesa convocó un pleno extraordinario y urgente. Menos de 24 horas después, a las 9 horas del día 28, se celebró el pleno y se aprobó el proyecto. Desde luego, todo un récord como para competir con los que en su momento se marcaron José Francisco Reyes y su equipo, concediendo licencias relámpago. De esa celeridad, por cierto, la alcaldesa no ha dicho absolutamente nada, y se ha limitado a afirmar que el Consistorio ya conocía esta iniciativa, porque fue presentada en la anterior legislatura. Pero según ella, lo que se ha hecho ahora es "encauzar legalmente la propuesta". Y le faltó decir que de forma exprés.
Sin embargo, pese a las sorprendentes prisas con las que se inició este trámite, nada se ha vuelto a saber durante este tiempo, y ahora tampoco han explicado qué se ha hecho en estos tres meses. La alcaldesa se ha limitado a subrayar que el Ayuntamiento convocará un concurso público para que "las empresas que deseen" ejecutar el proyecto puedan presentarse "en igualdad de condiciones". Faltaría más. Es que lo contrario, sí sería un delito de manual y sin disimulos, ya que la ley obliga a cumplir con ese trámite.
Pero lo que no hay que perder de vista en esa madeja es que lo que se aprobó en el pleno no es una propuesta del Ayuntamiento para impulsar una obra en una parcela municipal, sino un proyecto concreto de una empresa, que pretende ampliar sus instalaciones, usando una parte de suelo de su propiedad y otra de suelo público. Vamos, que o terminan haciendo algo totalmente distinto a lo que proponía Paradise Island, y que se aprobó en el pleno, o difícilmente va a haber alguien interesado en presentarse a ese posible concurso. Es lo que tienen las madejas.