Como alcalde de Teguise, y consecuentemente vecino del municipio, quiero hacer algunas reflexiones públicas sobre una preocupación que, con cierta frecuencia, me trasladan los vecinos del núcleo turístico de Costa Teguise: el altísimo coste que supone para cada uno de ellos llenar la cesta de la compra.
No descubro nada nuevo si digo que la cesta de la compra en Canarias tiene un diferencial importante con el resto de España debido a su insularidad. No descubro nada nuevo si digo que los vecinos de Lanzarote sufren un plus de incremento cada vez que se acercan a por los alimentos básicos, debido a nuestra doble insularidad. Lo que sí puede que sorprenda a más de uno es la triple insularidad que padecen todas aquellas personas que, por diversos motivos, aunque mayoritariamente por razones de trabajo, se han afincado en zonas turísticas como Costa Teguise.
Todos sabemos que la oferta y la demanda son los grandes reguladores del mercado, y que la situación de los precios cuando se trata de una actividad vinculada al turismo no es ni parecida a cuando estamos hablando del mercado residencial. Dicho esto, los ciudadanos de Costa Teguise se enfrentan día tras día a la contradicción de tener que pagar precios turísticos cuando sus necesidades, y lo que es más importante, sus ingresos, son los del mercado residencial.
Sé que la solución no es fácil y que los empresarios tendrán decenas de razones que justifiquen el por qué venden a unos precios superiores, por ejemplo, a los de la Villa. Pero el problema existe y, como a nadie se le escapa que poco se puede hacer desde las competencias que como alcalde poseo, invito a una reflexión pública a quien desde la libertad de mercado de la que disfrutamos, pueda hacer un esfuerzo de contención de precios ante la realidad que sufren los vecinos de Costa Teguise.
En este sentido, un último apunte para la reflexión. Si los empresarios de Costa Teguise constataran el flujo de vecinos residentes en este enclave que se desplazan a otros puntos incluso fuera de nuestro municipio para adquirir sus alimentos y artículos de primera necesidad, me hago la siguiente pregunta: ¿No aumentarían la facturación si los vecinos que a día de hoy salen de Costa Teguise para realizar sus compras, compraran a mejores precios en esos comercios…?
Existen multitud de formulas para dinamizar las compras en el mercado residente, desde acreditar la residencia hasta tarjetas de fidelización emitidas por los comercios que acreditan la procedencia del comprador y llevan aparejadas una política de precios más ventajosa para el consumidor final.
Repito que no está en mi mano como alcalde modificar ni inmiscuirme en las diferentes políticas económicas de las empresas radicadas en nuestro municipio, pero si invitarlos a una reflexión que tenga como objetivo la mejora en la economía de las familias de Teguise.
*Oswaldo Betancort, alcalde de Teguise