Una joven lectora, prisionera en su país de sentimientos que la agobian, y sin conseguir hacerlos trascender en el medio donde se desenvuelve, me solicitó, con excesivo respeto y humildad, si yo podía expresarlos.
Me pareció que sí podía, pero que no sería honrado por mi parte hacerlo con mi firma, por eso le propuse que fuese ella misma quien lo difundiera con la suya.
Por alguna razón que se me escapa, eso no fue posible. Es por eso que, el texto que sigue a continuación, y que lleva por título “Imagina” es fruto de la redacción de N.
Ella, es una joven trabajadora de una ciudad pequeña de la República Argentina, que vive y se esfuerza sobrepasando los límites del egoísmo, colaborando con los que necesitan más que ella y padeciendo la ingenuidad y esperanzas de los que creen que un mundo más justo es posible a pesar de una realidad que le es terriblemente adversa.
Y a continuación lo cuenta, con sus propias letras y pulso.
“Parecía distinta mi música comparada con la de John Lennon, o mejor dicho, los intentos de música obtenida con empeño en las clases de piano, enfrentadas a las originales.
Al practicarlas, sin rendirme al desaliento, quise corroborar el alcance de las diferencias y busqué en YouTube la versión de "Imagine" interpretada por su autor.
La encontré traducida: “Imagina que no hay países, no cuesta mucho, nada por lo que matar o morir y tampoco religión. Imagina que todo el mundo vive la vida en paz, tú dirás que soy un soñador, pero no soy el único, espero que algún día te unas y el mundo sea uno... Una hermandad de la humanidad, imagina que todos compartimos el mundo.”
No pude continuar con la práctica, me quedé pensativa, agobiada por un sentimiento de tristeza que renovó lo más profundo que habita mi ser en los últimos tiempos, al pensar en la actualidad mundial.
Conscientes de las amenazas, por culpa del odio, los rencores, el racismo, los sueños del cantante parecen cada vez más lejanos.
Gobiernos empeñados en los extremos, con políticas rígidas hacia los inmigrantes, empujados a escapar por las condiciones que afectan a sus naciones, siendo los países que quieren cerrar sus puertas los responsables de los desastres por los que huyen.
Mandatarios que desconocen el cambio climático, que no priorizan el cuidado del medioambiente, propiciando, mientras la naturaleza se incendia o inunda, el enriquecimiento de una minoría.
Políticos que critican y niegan la necesidad de la lucha por los derechos de las mujeres, cuando la historia demuestra que si no hubiese existido un movimiento encargado de defenderlos, las mujeres seguiríamos relegadas socialmente, destinadas a cumplir un rol limitado, sujeto a mandatos impuestos por un mundo dominado por el género masculino.
Ya lo adelantaba Simone de Beauvoir: “No olvidéis jamás que bastará una crisis política, económica o religiosa para que los derechos de las mujeres vuelvan a ser cuestionados. Estos derechos nunca se dan por adquiridos, debéis permanecer vigilantes toda vuestra vida.”
El actual presidente argentino, en el Foro de Davos, agredió y cuestionó la ideología de género asociándola a la pedofilia, asociación que solo consigue explicarse en el sentimiento de odio y en el desinterés que manifiesta ante todo clamor que defienda la diversidad de género, los derechos de las mujeres y la defensa del medio ambiente, ideas todas, según su disparatada interpretación, creadas por el socialismo.
En su inconsistencia pretende dejar todo en mandos de la libertad del mercado, sin participación del estado, lo contrario que aseguran los intelectuales solventes de todo el planeta, que defienden, como Camus, que el azar nunca ha tenido compasión por nadie.
Regreso a la partitura de Imagine, a la letra de un soñador, que alienta, contagia, moviliza, propiciando que todos manifestemos el descontento ante la aberración de mensajes equívocos.
Es necesario que no bajemos los brazos y sigamos defendiendo ese sueño, para que el mundo sea uno, que se pueda vivir en paz, sin distinción de clases, culturas o género, respetando y cuidando la naturaleza.
Cuesta mucho imaginarlo, quizás algún día nos unamos y el mundo sea uno, como pedía el poeta.”