Hoy he asistido al Centro Comercial Deiland y he podido; disfrutar de una exposición de vestidos reciclados, una maravilla digna de ver.
Un ser extraordinario, que pese a sufrir Parkinson, sus manos y sus dedos, trabajan incansablemente. Aprendió patronaje, aunque desde 2018 ya cosía a mano, hasta que en 2021 compró su primera máquina de coser, me siento afortunada de ser su amiga y de poder haber visto de cerca; su trabajo, siempre le gustó la moda, desde que tenía 21 años vestía a sus sobrinas, con sábanas o con las fundas de almohadas les hacía los vestidos. Como decía Einstein, "Hay una fuerza motriz, más poderosa que la electricidad, y la energía atómica, es la voluntad".
Gerardo siempre con su sonrisa; entrena cada día con Miguel, un entrenador excelente, y su día es productivo porque hace lo que le gusta, es un ejemplo a seguir.
Utiliza material reciclado y sus confecciones son únicas, donde no hay lucha no hay fuerza. No te rindas nunca porque esos hilos bailan, un vals acompañando a tus manos, con la más hermosa melodía del sonido de esa máquina de coser.
Y aunque me sigan tachando de rara; tú y solo tú, me enseñaste que no soy rara; soy diferente. Eso lo llevo impreso en mi piel, y lo recuerdo cada día.
Esa ropa huele a amor, y sacrificio, tu lucha para que esas manos, dejen de temblar y te dan tregua para coser.
Más allá del miedo, hay un sol precioso, y tú eres LUZ.
Juani Alemán Hernández