Este pasado 18 de junio, la Organización Mundial de la Salud despatologizó por fin la transexualidad. De una vez por todas, la diversidad identitaria ya no es considerada una enfermedad. Se trata de una celebración a medias para parte del activismo trans, ya que sentirse hombre o mujer sin coincidir con el sexo de nacimiento, sigue siendo considerada una cuestión 'incoherente' de la persona, un "desorden de la identidad de género".
No obstante, si bien no ha sido del gusto de todas, son muchas las personas trans que celebran este avance, no deja de ser un paso importante que las personas transexuales ya no sean consideradas por la comunidad científica como enfermas mentales. Ahora debemos hacer aterrizar este logro en nuestras leyes dando un paso más, conseguir que tanto en nuestra ley autonómica, como en la estatal -actualmente en trámite-, la despatologización total de la transexualidad, sin ningún tipo de estigma, sea una realidad.
Esta edición del CIE-11, que todavía le queda para entrar en virgor (en el año 2022), sustituirá al vigente desde 1990 que entonces sacó la homosexualidad de la lista de enfermedades. Eso fue el otro día, y no olvidemos que en más de 80 países de todo el mundo ser gay o lesbiana sigue siendo ilegal, y sigue penado con la muerte en una decena de estados.
Hace tan solo 13 años que se instauró el matrimonio igualitario en España. Desde entonces, vivir fuera del armario no solo a nivel social sino a nivel legal ha supuesto un enorme avance para miles de familias homosexuales, que hoy pueden desarrollar su vida con normalidad. En los colegios, niños y niñas son cada vez más conscientes de que hay muchos modelos de familias diferentes, con un papá y una mamá, dos mamás, dos papás, entre otros. Y es sorprendente ver la naturalidad con la que viven esta diversidad, demostrando un nivel de adaptación y tolerancia muy superior al de las personas adultas.
Podemos estar orgullosas de vivir en Canarias, posiblemente una de las comunidades autónomas más abierta y tolerante de todo el Estado. Esto es así históricamente por nuestra cultura y por nuestra gente, pero no precisamente por nuestra leyes, donde aún nos queda un largo camino por recorrer para garantizar el reconocimiento de todos los derechos a la realidad trans en condiciones de igualdad, y la no discriminación por identidad de género, expresión de género y características sexuales.
Actualmente, los colectivos de personas trans de Canarias están trabajando en el borrador de una nueva Ley que supere las deficiencias de la actual, que aún siendo relativamente reciente, de 2014, nació con importantes carencias y unos protocolos que nunca llegaron a desarrollarse. Los colectivos saben que cuentan con el apoyo de Podemos, y que desde el Parlamento lucharemos por conseguir la mejor ley posible, defendiendo todas y cada una de sus reivindicaciones
La celebración del Orgullo LGTBI de este año está especialmente dedicada a la "T" de la realidad trans. La manifestación estatal del Orgullo, que recorrerá el
próximo 7 de julio las principales calles de Madrid, y a la que seguro asistirán muchos canarios y canarias, tendrá como lema; "Conquistando la igualdad, TRANSformando la sociedad". Este sábado 30 de junio, en Las Palmas de Gran Canaria, tendrá lugar la manifestación del Orgullo isleño, que recorrerá las calles bajo el lema "Represaliadas, Victoriosas, Juntxs por la liberación trans", dedicado a todas aquellas personas que corrieron perseguidas por los grises en el Orgullo de hace 40 años, ya todas las mujeres y hombres que pagaron con cárcel, con palizas, con discriminación e incluso con la muerte, su identidad y su sentir.
En este Orgullo, sobre todo, se quiere hacer un reconocimiento a quienes lucharon y sufrieron la represión para hacer que hoy, nosotras, podamos disfrutar de la brisa del mar, fuera del armario.
Por María del Río (Secretaria de Igualdad, Feminismos y LGTBI de Podemos Canarias)