Lanzarote tiene un déficit enorme de plazas en residencias de mayores. La población envejece y aumenta la longevidad pero la oferta de plazas sigue anquilosada. Sabemos que ya hay unas 19.000 personas en la isla con más de 65 años de edad y que, en apenas diez años, esa cantidad de personas se duplicará.
Lo que debería ser motivo de alegría, se convierte en una fuente de preocupación y angustia, porque las administraciones con competencias en este terreno no parecen sensibles con el tema. Un día sí y otro también, los ciudadanos demandantes de plazas en residencias nos cuentan las dificultades que hay en la isla para conseguir una; son mucho más las demandas que las ofertas y apenas hay 227 plazas.
Son las que son, pero, en este marco de carencia, sorprende, sobre todo, lo que está pasando con la construcción de la Residencia de Mayores de Tahiche, la cual ayudamos a promover cediendo el terreno desde el Ayuntamiento de Teguise y colaborando para que los gobiernos de Canarias y del Cabildo anteriores (de Coalición Canaria) destinaran la partida necesaria para su ejecución, pero sigue sin ejecutarse. Se puso la primera piedra hace 10 meses y ya no se ha oído hablar más de la obra. Como si ese fuera el objetivo, poner una piedra, y no poner en funcionamiento las 180 plazas que alberga. Nadie dice nada, mucho menos el Cabildo de Lanzarote, que puso la primera piedra pero ahora esconde la mano. No aclara los problemas que ha encontrado para que esté paralizada la obra, ni parece tener demasiado interés en afrontar con seriedad una demanda tan justa y necesaria.
Cuando deberíamos estar diseñando una red insular de residencias para atender a nuestros mayores con la calidad que se merecen, y prever un futuro con más mayores, algunos pierden el tiempo en marrullerías políticas que nos reducen toda una residencia a una única piedra. Y eso no se puede soportar. El Cabildo tiene que dar ya las explicaciones oportunas y los pasos necesarios para que esa obra avance y se culmine.
Con nuestros mayores no se juega. Su calidad de vida es muy importante para que se les esté negando infraestructuras que ya están presupuestadas, licitadas y deberían estar ejecutadas. El déficit de plazas en residencias de mayores en Lanzarote es una de nuestras grandes carencias y no se puede esperar más para revertir esa situación. Hay que trabajar desde ya para que exista una programación de inversiones en esta materia. La demanda seguirá creciendo por sí misma pero para garantizar la oferta hay que trabajar con seriedad y celeridad. Y lo primero que hay que hacer es terminar la residencia de Tahiche cuanto antes y comenzar con la siguiente. Pero para eso hace falta que el Cabildo abandone los triunfalismos de las primeras piedras y se centre en terminar las obras.