El presidente del Cabildo debería cobrar 250.000 € al año (o más)

Hugo Ferrer
28 de septiembre de 2023 (20:09 CET)

La primera polémica que desató el nuevo gobierno insular salido de las urnas y de los pactos postelecotorales, fue la de los sueldos y en particular el sueldo del presidente del Cabildo, Oswaldo Betancort de Coalición Canaria.

La polémica surgió cuando en una primera propuesta se determinó en 92.928,03 € brutos el sueldo del presidente del Cabildo, una cantidad muy superior a lo que cobraba su antecesora, María Dolores Corujo (67.000 € brutos), y superior incluso al sueldo del presidente del gobierno de España, Pedro Sánchez (90.010,20 € brutos).

Para salir del paso, o como truco de distracción, se decidió entonces someter a una consulta popular aleatoria entre 300 personas el sueldo final del presidente. Las opciones eran cuatro, siendo la más baja 87.000 € brutos y la más elevada 104.000 € brutos. 

Como era de esperar en una consulta ciudadana sobre el sueldo de un político, la opción final elegida fue la más baja de las posibles, los 87.000 €. Y entonces muchos se alegraron de que el "pueblo hubiera votado con sabiduría", del "bofetón" que se había llevado y, por supuesto, casi todos empezaron a comparar ese sueldo con el de los curreles y lo que ganan de normal las personas deslomándose ocho o más horas al día.

Pero esa alegría de muchos, desde mi punto de vista, es un error del pueblo más grave de lo que pudiera parecer a simple vista. Vayamos por partes.

Para empezar, 87.000 € brutos no son 7.250 € en el bolsillo del presidente cada mes, sino más bien unos 4.800 € aproximadamente, una vez descontados la infinidad de impuestos con los que Hacienda atraca a los españoles. Un sueldo chachi desde el punto de vista del salario medio español, pero nada del otro mundo. De hecho, es un sueldo menor que el de muchos directores de hoteles de cinco estrellas. Es decir, el presidente de toda Lanzarote tiene peor estatus económico que un director de hotel que gestiona unas pocas cientos de personas. 

El presidente del Cabildo de Lanzarote debería cobrar una cantidad probablemente tres veces superior a lo que gana ahora. Algo así como 250.000 € o incluso ¿por qué no? medio millón de euros al año por su trabajo.

Esto debería ser así para prevenir que el presidente de la institución más importante de la isla pudiera caer en la tentación de la corrupción. Hay un dicho en inglés que es maravilloso y que dice "pay peanuts get monkeys", que se podría traducir en que si pagas cacahuetes lo que consigues son monos, en vez de alguien apropiado para el cargo. Pues aquí igual. Si pagas poco luego no te quejes de tener un mal presidente del Cabildo, o uno que acaba siendo corrupto. Y de corrupción sabemos muchísimo en esta isla, hasta tal punto que en 2014 El País tituló una noticia sobre Lanzarote como el paraíso de los 200 imputados (por corrupción, claro).

Ahora muchos me dirán que uno ha de ser honesto independientemente de todo. Eso está muy bien para la gente que cree que vivimos en el "mundo del debería". Pero el mundo no es como debería, sino como es y resulta que ya lo dice el refranero: la ocasión hace al ladrón. El ser humano se mueve por incentivos y, por tanto, dando un sueldo realmente elevado para una persona, nos ahorraría millones y millones que cada año se pierden en corruptelas. 

No es lo mismo cobrar 4.800 € al mes y ver pasar por delante de tus ojos proyectos millonarios de dónde se pueden sacar mordidas, que cobrar 12.279 € netos al mes. La diferencia importa. E incluso ese elevado sueldo señalaría a los corruptores que corromper al presidente no es tan fácil. 

Otro motivo por el cual nuestro presidente debería cobrar 250.000 € o más al año, es para fomentar que lleguen al cargo personas con mayor capacidad y prestigio. A mayor el sueldo, mejores y más capaces personas podrán presidirnos. Pero si pagas sueldos que aún siendo buenos no son realmente diferentes a los que se pueden conseguir en muchas actividades y posiciones, entonces las personas de mayor capacidad eligirán esas otras actividades donde no tienen que quemarse con toda la exposición pública que supone presidir el Cabildo de Lanzarote. 

No puede ser que un alto funcionario cobre más o parecido que el presidente del Cabildo. Pero, en fin, si lo que la gente lo que quiere es que nos gobiernen trepas que llevan militando en partidos desde los 16 años, entonces, por supuesto, lo mejor es pagar relativamente poco. ¿No es eso lo que ya tenemos y hemos tenido durante tanto tiempo? 

Mucha gente dirá que el presidente del Cabildo no puede cobrar más que el presidente el gobierno español. Pero es que el sueldo del presidente del gobierno no es mayor por puro populismo, ya que queda mal subirlo. No olvidemos que cuando alguien llega a ser presidente del gobierno, aparte de tener garantizado ingresos de por vida, siempre cobrará un dineral cuando deje la política, ya sea publicando libros, dando conferencias patrocinadas por grupos influyentes o, por supuesto, trabajando como consejero en alguna gran compañía donde los sueldos son elevados. Si no miren como Pablo Iglesias se reía de los ricos para acabar siendo uno y viviendo casi como un marajá en una bonita residencia con piscina. 

Pero cuando nuestro presidente del Cabildo deje la política ¿a dónde irá? Pues a ningún lado. Como mucho a su empleo previo si es que tenía alguno. 

En fin, estas son mis razones para pagar un sueldo realmente elevado al presidente del Cabildo: evitar que se corrompa, algo que nos cuesta millones cada año, hacer llegar a mejores presidentes del Cabildo en vez de trepas políticos y también para que no den pena. Porque con 4.800 € al mes muchas personas le miran por encima del hombro.

No es casualidad que Lanzarote haya sido uno de los lugares más corruptos de la geografía española. Y la primera parte de la culpa la tenemos nosotros, el pueblo, que pagamos cacahuetes y al final nos llegan monos.

 

 

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