El no es no de Eva de Anta

Ástrid Pérez, presidenta del PP
2 de noviembre de 2016 (20:02 CET)

El pasado día 31 de octubre, celebramos un pleno extraordinario en el Ayuntamiento de Arrecife, para proceder a la apertura de la Avenida de la Marina en un sólo sentido Sur- Norte, o lo que es lo mismo Oeste- Este.  Una propuesta viable y que les garantizo que no es una postura caprichosa del Partido Popular.

El cierre de la Avenida, o semipeatonalización de esta vía esencial de la ciudad de Arrecife, exigía la implantación previa de una serie de medidas y actuaciones que garantizaran la correcta movilidad del conjunto de la ciudadanía. Así se plantea en los diferentes informes técnicos e incluso en aquellos que han sido elaborados  por el propio Gobierno Municipal.

El Gobierno canario dice textualmente en su informe que "la implantación de la restricción de tráficos rodados, sin la correcta implantación de todas las medidas propuestas, PUEDE SER NEGATIVA Y PRODUCIR UN EFECTO CONTRARIO al deseado desarrollo comercial que se pretende".

Por otro lado, el informe técnico elaborado por el Grupo de Gobierno en el Ayuntamiento señala que "toda restricción del tráfico con vehículos particulares, debe ser acompasado con una mejora del servicio de ransporte público que dé respuesta a las necesidades de movilidad de los usuarios".

Por tanto, se puede comprobar fácilmente que todos y cada uno de los informes DESACONSEJAN el cierre o semipeatonalizacion de la Avenida si con anterioridad no se han puesto en marcha planes alternativos de movilidad y mejoras sustancias en el trasporte urbano que garanticen su eficiencia. 

En varias ocasiones hemos escuchado a la Alcaldesa argumentar que cerrar la avenida se justifica en la necesidad de convertir a Arrecife en una ciudad sostenible, pero ¿basta con prohibir que se circule por la avenida para conseguir una ciudad sostenible?. Evidentemente, no.

El Partido Socialista lleva 6 años gobernando el Ayuntamiento de Arrecife y en todos estos años, y después de 14 meses de ejecución de la obra, y con los graves daños y perjuicios que han generado a comerciantes y a ciudadanos, todavía no les ha dado tiempo a realizar ninguna de las tareas pendientes. Por no hacer, no han hecho ni el Plan de Movilidad Alternativa, ni han introducido mejoras sustanciales en el transporte urbano, como tampoco han habilitado aparcamientos disuarios en las entradas a la capital. Así, con todas estas carencias, es imposible que la avenida marítima pueda cerrarse de forma efectiva y, menos aún, que se esté hablando de sostenibilidad.

Dejando a un lado el tema fondo, el cierre o no de la  vía, lo ocurrido en el pleno de este pasado lunes es de una gravedad aún mayor.

Llevo algunos años en política, concretamente desde mayo de 2003, y nunca, digo nunca, he vivido una situación tan fascista, dictatorial y totalitaria como la protagonizada por la Alcaldesa socialista en dicha sesión.

Y es que aunque la mayoría de grupos políticos votó a favor de la apertura en un solo sentido, la Alcaldesa socialista, la Alcaldesa de La Izquierda, en un alarde de fascismo sin precedentes, ha anunciado su intención de no acatar la decisión mayoritaria y seguir adelante con el cierre de la Avenida marítima de Arrecife.  Para mi sorpresa, y para la de muchos ciudadanos según estoy comprobando en estos días, otros partidos también de izquierdas, aplauden esta vulneración del principio básico de la Democracia, como es el acatamiento a las mayorías.

Me pregunto qué hubiera ocurrido si el Alcalde que comete este acto totalitario fuera del Partido Popular. Pues que ya toda la izquierda y algunos medios de comunicación nos hubieran llamado "fachas" y nos hubieran colgado en la Plaza Las Palmas.

¿Qué ocurriría si Mariano Rajoy desoyera a la mayoría del Congreso y ejecutara decisiones políticas en contra de ese mandato?. Pues tres tantos de lo mismo!.

Ser fascista no tiene color político ya que se trata sencillamente de una actitud personal.  Por eso termino haciendo un llamamiento a la ciudadanía y a todos los partidos de demócratas de nuestra isla; para que bajo ningún concepto se permita que ningún gobernante, sea del color político que sea,  se imponga de forma autoritariano y no acate las decisiones de las mayorías.

Astrid Pérez, presidenta insular del Partido Popular

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