Cada vez que escucho o leo que el Gobierno de Canarias tiene intenciones de gravar aún más al sector turístico, me pongo a temblar. Y si fuera ustedes, también lo haría. Sobre todo, porque por sí sola la ecotasa no tiene por qué significar algo malo, pero si la juntamos a dos realidades innegables de nuestro entorno tenemos un coctel que puede provocar un desastre social y económico en Canarias. Estas realidades son la pérdida de competitividad a favor de otros destinos y la elevada pobreza ya presente en nuestra tierra.
Antes que nada, hay que dejar claro que es mentira que la ecotasa no este incluida en el "pacto de las flores". Específicamente, viene en la página 9 del documento suscrito entre todas las fuerzas, y dice así: "Para financiar estas necesarias inversiones se estudiará la posible implantación de un impuesto a las estancias turísticas que tendrá carácter finalista." Con inversiones se refiere a la rehabilitación de las infraestructuras en las áreas turísticas, y la idea de rehabilitar estas zonas no es mala per se. El problema radica en que, hasta ahora, el Gobierno de Canarias ha sido incapaz de ejecutar las partidas presupuestarias aprobadas dada su ineficacia y mala praxis en la gestión. Tal es así que, entre 2017 y 2018, 800 millones de euros no llegaron a ejecutarse (véase aquí ). Entonces, ¿para qué una ecotasa si no se es capaz de ejecutar lo proyectado? ¿Para qué exprimir aún más al motor económico de las islas si además sabemos que el turismo canario está perdiendo competitividad? (véase aquí)
La ecotasa supondría un aumento del coste para el turismo que quizá, y solo quizá, el turista no este dispuesto a sufragar, y esto tiene consecuencias. Por ejemplo, en las Islas Baleares, los Touroperadores y hoteleros han advertido que el descenso de turistas está influenciado por la aplicación de la ecotasa dado que "tanto el alemán como el británico son mercados muy sensibles al precio" (véase aquí ). Además, tal y como escribí hace casi un año, países como Egipto, Turquía o Túnez han vuelto al mercado turístico siendo más competitivos que Canarias dado los reducidos costes para viajar hacia allí y por su elevada oferta, tanto cultural como de ocio (véase aquí). También hay que mencionar que los vuelos a Canarias se han encarecido tras los atentados sufridos por dichos países. Estos atentados provocaron que el turismo acudiera a zonas más seguras, como Canarias, elevando el precio de los billetes por la demanda. Pero al desaparecer esta variable, los turistas y los Touroperadores han pasado a reducir costes y aumentar beneficios reabriendo las rutas hacia países tan exóticos como Egipto o Turquía. Mientras tanto, viajar a Canarias sigue siendo más caro que ir de Madrid a Nueva York (véase aquí)
¿Y qué tiene que ver esto con la elevada pobreza en Canarias? Pues bien, según datos de la ultima encuesta sobre Condiciones de Vida del INE, para el año 2018, el 36,4% de la población residente en Canarias estaba en riesgo de pobreza o exclusión social. Es decir, no tenían los ingresos suficientes para salir adelante. Además, la tasa de desempleo en Canarias es del 21,03% para el primer trimestre de 2019. Por tanto, si se aplica una ecotasa a un modelo económico que sufre de falta de competitividad y que es incapaz de renovarse debido a la nefasta gestión del Gobierno de Canarias (saliente), lo que puede suceder es que el turismo descienda y, por ende, se reduzcan los puestos de trabajo aumentando así la tasa de paro. Esto repercute, aún más, en el riesgo de pobreza de los canarios que verán como su única fuente de ingresos merma debido a la incapacidad de los políticos de implementar políticas públicas que no destruyan su sustento.
En definitiva, lo que debería hacer el Gobierno de Canarias es dejar de esquilmar al turismo con una ecotasa que no tiene más que un afán recaudatorio injustificado, y gastar los recursos económicos disponibles en mejorar la calidad del turismo, las infraestructuras de las islas para mejorar la calidad de la oferta turística y mejorar la calidad laboral de los canarios. Estas mejoras repercutirán en la calidad de vida de los canarios de manera más directa que "atracando" al turismo que nos llega. Turismo que hay que proteger dada la competencia que se cierne sobre el mercado.
Hay recursos y hay necesidades. No hace falta buscar más recursos para generar más necesidades.
Alejandro Pérez O'pray, Ciencias Políticas y de la Administración por la UNED.