A la edad de 93 años, falleció Leopoldo Díaz Martín (Arrecife, 17 de julio de 1922 - 28 de diciembre de 2015).
Su padre, Leopoldo Díaz Suárez, fue administrador del Hospital Insular. Es conocida su trayectoria poética y periodística (director de Acción y colaborador de Antena). En 1934 publica el libro de poemas Espontáneas, recientemente reeditado por el Ayuntamiento de Arrecife.
Don Polo Díaz Martín cursó la enseñanza primaria con las monjas en la calle La Porra y en la escuela que tuvo Adolfo Topham en La Plazuela, y, más tarde, el bachiller de siete años y reválida en el instituto de enseñanza media que entonces se encontraba en las Cuatro Esquinas, un edificio que más tarde acogió el Parque Móvil del Cabildo hasta que fue demolido. En 1946 aprueba la reválida de bachillerato en Las Palmas de Gran Canaria.
De joven, acompaña a su amigo el escritor Leandro Perdomo Spínola a las tertulias que se organizan en el Casino, convirtiéndose ambos en asiduos oyentes. En 1947 y previa oposición, ingresa como auxiliar en el Banco Hispano Americano, cuya sucursal se encontraba entonces en la Avenida de La Marina.
En 1954 contrae matrimonio con Carmelina Bethencourt Rocha, y un año más tarde, siendo apoderado, es destinado a la oficina del banco en Los Llanos de Aridane, en La Palma, donde ejerce de director. En 1955 regresa a Lanzarote y dos años después es nombrado director del banco Hispano Americano en Arrecife, cargo que ejercería hasta su jubilación en 1982, tras 35 años de servicio, 26 de ellos como director de la entidad. Se le recuerda por el gran apoyo que prestó a las personas emprendedoras.
En los años sesenta forma parte de la primera junta directiva del Centro de Iniciativas y Turismo de Lanzarote. En 1984 se asoma a las páginas del semanario Lancelot y publica un artículo titulado Guillermo Topham: tener o ser, sumándose al reconocimiento organizado en favor del Cronista Oficial de Lanzarote.
Fue muy aficionado a la lectura de libros y de periódicos. Las matemáticas y los ensayos de filosofía, sociología y economía eran sus lecturas preferidas. Muchos de sus libros los adquirió en las librerías de Manuel Cáceres y Agustín Torres, llegando a conformar una gran biblioteca particular.
Don Polo Díaz Martín tuvo tres hijos: Mari Carmen, Leopoldo y José. La saga se perpetúa. Siguiendo la estela de sus predecesores, el segundo de sus hijos, Leopoldo, pasa a ser ahora don Polo Díaz, sinónimo de bonhomía, rectitud y honestidad.
Por Mario Alberto Perdomo