El once de febrero se celebra el Día Internacional de la Mujer y de la Niña en Ciencia, cuya propuesta fue realizada por la ONU en el año 2015, en el que se reconoce que el acceso y la participación plena y en condiciones de igualdad en la ciencia, la tecnología y la innovación para las mujeres y las niñas son imprescindibles para lograr la igualdad entre los géneros y el empoderamiento de las mismas además de alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible.
Si ya las mujeres científicas partían de una situación de desventaja antes de la pandemia como consecuencia de los recortes practicados por el gobierno de Mariano Rajoy tanto en educación como en investigación lo que supuso que los presupuestos en esos ámbitos bajaran casi en 9.000 millones de euros y el despido de casi 30000 docentes de la escuela pública, ahora con esta emergencia sanitaria se han visto más invisible.
Ellas han tenido que compaginar el teletrabajo con el cuidado de sus hijas e hijos, de sus mayores y de las tareas del hogar. Esto puede suponer que la brecha de género en la ciencia se siga ampliándose.
A lo largo de la historia se ha constatado que nunca ha sido fácil la relación de las mujeres con la ciencia y tecnología.
Aunque se han eliminada barreras todavía el camino por recorrer para alcanzar la igualdad real es larga. Solo se consigue vivir en igualdad cuando se educa en igualdad por eso una de las señas de identidad del PSOE es la igualdad entre hombres y mujeres.
Las mujeres son mayoría entre el alumnado universitario y, sin embargo, existen determinadas áreas de conocimientos como la ingeniería, la física, matemáticas o tecnología que son las menos demandadas por las mujeres, al mismo tiempo que determinados informes indican que la presencia de la mujer en él ámbito científico disminuye al subir en la escala profesional.
Existen muchos factores que explicarían esa desafección de las estudiantes al mundo científico. Algunas de ellas son los estereotipos de género y la falta de referentes femeninos que hagan que las niñas tengan modelos en los que mirarse. Todavía a día de hoy, en los libros de textos de ciencias, las referencias a mujeres científicas es mínima.
Contribuyen también a ello, por una parte, los medios de comunicación puesto que si analizamos noticias e imágenes relacionadas con el mundo científico vemos que la mayoría son relativas a los hombres. Y por otra parte, la familia cuando apoyan determinados estereotipos al comentar, por ejemplo, que los niños son mejores en ciencias o en matemáticas.
Todas estas causas tienen reflejo en los informes PISA de tal forma que las chicas tienen mejores rendimiento en lectura y los chicos en matemáticas y ciencias.
Papel fundamental juega los centros educativos para promover una mayor participación de las mujeres en la ciencia otorgando mayor protagonismo a las docentes para que sirvan de referente y así despertar las vocaciones científicas.
Si las mujeres abandonan dichas áreas la consecuencia más inmediata es que aumentará la brecha salarial y aparecerá también una brecha social afectando en su conjunto al rendimiento económico de Canarias.
Por eso el esfuerzo del PSOE y del resto de partidos e instituciones es de impulsar todas las medidas para conseguir los objetivos trazados por la ONU para reducir la brecha de género en el ámbito científico.
Pedro Viera Espinosa, diputado del PSOE en el Parlamento de Canarias