Las elecciones del pasado 22 de mayo parecieron dejar un camino trazado para un pacto que podría haberse extendido por casi toda la isla, con Coalición Canaria como protagonista, y con un socio a "elegir" entre el Partido ...
Las elecciones del pasado 22 de mayo parecieron dejar un camino trazado para un pacto que podría haberse extendido por casi toda la isla, con Coalición Canaria como protagonista, y con un socio a "elegir" entre el Partido Popular o el PSOE. Sin embargo, la realidad de las negociaciones ha dejado un escenario bien distinto.
CC ha perdido sus bazas y ha cedido el triunfo de las negociaciones al PP, que ha conseguido conservar la Alcaldía de Arrecife, así como la de Tías, y gobernar en Teguise y quizá incluso en Yaiza, si finalmente el apoyo que dio el concejal popular a Gladys Acuña termina sirviéndole para entrar en el grupo de gobierno.
Además, han logrado que Coalición Canaria les tome en serio en el Cabildo. Y es que tras la constitución de los ayuntamientos, quien empezó a tener prisas por cerrar un pacto en la primera institución fue CC, que salió escaldada de lo sucedido en Arrecife. De hecho, el PP no dudó en advertir públicamente a los nacionalistas de que podría volver a pasarles lo mismo en el Cabildo. Y es que aunque a priori parecía casi imposible una moción de censura a Pedro San Ginés, ya que tendrían que unirse el PP, el PSOE y el PIL (con quien los socialistas han dicho que no pactarán), desde CC ya no podían arriesgarse a descartar nada.
De hecho, el exceso de confianza podría haber sido su mayor error tras el 22-M. Sabían que eran el socio preferente para el PP y el PSOE, y que con cualquiera de ellos podrían gobernar en casi todas las instituciones. Abrieron negociaciones a varias bandas, mantuvieron en la incertidumbre a sus posibles socios y desconcertaron incluso a sus militantes, al adelantar la toma de posesión del Cabildo sin tener un pacto cerrado, y al sellar alianzas distintas en Teguise y San Bartolomé, en un caso con el PP y en otro con el PSOE.
Daban así al traste con el posible pacto insular, y mantenían la incertidumbre sobre una plaza vital, Arrecife. De hecho, tres semanas después de las elecciones, llegaron al pleno para constituir la nueva corporación capitalina sin haberse decantado por una de las posibles opciones para pactar. Y al final, se encontraron con la sorpresa. Con un auténtico jarro de agua fría que empaña sus resultados electorales, tal como han empezado a reconocer públicamente destacados cargos públicos del partido en la isla. Y es que con la situación privilegiada que tenían tras el 22-M, difícilmente podían haber salido peor parados. Difícilmente podían haber gestionado peor su éxito electoral.
En tres semanas, Coalición Canaria consiguió enfadar tanto a sus posibles socios que, al final, terminó acercándoles entre sí. Y es que, de los posibles pactos que cabían en Arrecife, desde luego el menos probable a priori era el PP-PSOE que finalmente se ha impuesto. Y eso hizo que las cosas también se le pusieran cuesta arriba en el Cabildo, donde han tenido que ofrecer mucho más de lo que esperaban y pretendían para cerrar un pacto con el PP.
En cualquier caso, por qué han quedado fuera de Arrecife y de Tías, donde el PP optó finalmente por pactar con San Borondón, y por qué se han complicado la vida en el Cabildo, serán explicaciones internas que deban dar en el partido y, en todo caso, a sus votantes.
Para el resto de la ciudadanía, lo importante ahora es que las mayorías que se han constituido empiecen a trabajar y, sobre todo, que los partidos dejen de centrarse en la turbia maquinaria de los pactos y se olviden de cualquier tentación de estrategias para remover sillones.
En este sentido, el panorama en el que ha quedado la isla no es demasiado alentador, ya que si la inestabilidad es una cruz casi perpetua para Lanzarote, más difícil aún parece mantener cinco pactos distintos en la isla, como ha sucedido en los ayuntamientos sin mayoría. El PP pacta con el PSOE en Arrecife, con CC en Teguise, con San Borondón en Tías y quizá con el PIL y el PNL en Yaiza. Coalición Canaria, con el PSOE en San Bartolomé y con el PP en Teguise. Y todo eso, mientras en el Cabildo hay una alianza CC-PP, y en el Gobierno de Canarias otra CC-PSOE.
Desde luego, un puzzle mucho más complicado del que en principio dejaron las urnas, y que puede ser una auténtica bomba de relojería, pero también un colchón que evite al menos rupturas en cascada. En las tomas de posesión, eso sí, todos prometieron estabilidad y pactos para cuatro años. Aunque sólo sea para variar, esperemos que esta vez sí lo cumplan.