Lo de Coalición Canaria ya no se lo cree nadie. Eso de jugar a todas las bandas es un insulto a la ciudadanía del archipiélago, nos tratan de analfabetos políticos y no lo somos, de hecho, están más cerca sus analistas y asesores de eso que el resto de los canarios.
No se puede ser de izquierdas y ejercer como derecha neoliberal; no se puede ser ultraespañol en España y disfrazarse de independentista en Canarias. No se puede estar hablando de "sectores" para intentar abarcar a todo el electorado, porque no somos tontos. No se puede seguir insultando así al Pueblo Canario.
Canarias necesita una opción política digna y que represente a esta mayoría que conformamos el 99% y no somos, ni más ni menos, que trabajadores. Algunos sin trabajo, la mayoría con trabajos precarios, otros un poco mejor acomodados y, unos pocos, denominados "autónomos" o "pequeños empresarios" que además de trabajar cargan con mayores responsabilidades.
Ni los partidos españoles con sede en el archipiélago, como el PSOE, PP, etc., ni los españolistas al servicio del Capital, de las multinacionales y la corona colonialista española, aportan soluciones sociales, ni van a construir un futuro mejor para los habitantes de Canarias.
Este archipiélago necesita de políticos de verdad. De los que representan a la mayoría del Pueblo, no porque hayan "comprado sus votos" sino porque su ejercicio político se corresponda con los intereses de la mayoría: de los trabajadores y trabajadoras.
Es una auténtica necesidad que fuera del archipiélago se nos vea con la fuerza y la dignidad que merecen los habitantes de esta tierra y no como títeres de Merkel o Rajoy, no como los socios "de ocasión" de las multinacionales y meros intermediarios en la más cruel explotación obrera y sin la mínima preocupación social.
Canarias necesita opciones claramente diferenciadas. Necesita la participación en política de quienes antes se atrevían a calificarse de "apolíticos" y ahora entienden que aunque ellos "pasen de la política" la política no pasa de ellos y, por eso, pagan cada vez más impuestos, cobran cada vez menos a cambio de mayor explotación laboral y pierden, uno tras otro, lo que ya son antiguos derechos sociales; hasta el punto de retroceder 30 años en cuestión de educación, de ver morir a parientes en las eternas listas de espera de la Sanidad, o estar amenazados con dictatoriales sanciones por abrir la boca para manifestarte.
Y, al final, nos falta sólo envalentonarnos un poco y animarnos a votar, a volver a salir a la calle. Pero apostando por la firme opción que los españoles llaman de izquierda independentista, que es la única que aporta auténtica dignidad a este Pueblo "comprado y vendido" continuamente por unos intermediarios políticos que, de verdad, no interesan.
Pedro González Cánovas, miembro de Alternativa Nacionalista Canaria
