Ayer, en un pequeño debatillo de esos de Facebook, surgió el término buitre para llamar a los poderosos. Vamos, políticos y funcionarios corruptos, empresarios insaciables, banqueros y demás fauna. Y hay algo que hace tiempo me ronda la cabeza y es el tema de las palabras o términos que crean confusión o posicionamientos muy ?cuanto menos? confusos. Y este es un caso de libro. Vamos a ver. Esa gente no se lleva la carroña, se llevan lo mejor ?estamos hablando en términos materiales?. Entonces, los banqueros y demás serían más bien leones o altos depredadores, tiburones, tigres, halcones, etc. Y eso duele porque somos elitistas y clasistas hasta con los animales.
Los buitres son carroñeros. Vamos, los que se comen los restos, los despojos. Así que si somos sinceros, ¿quiénes serian los buitres en esta sociedad? ¿Y quiénes los buitres si hablamos en términos de naciones? Y ¿por qué da gusto decir buitres a los poderosos y un mal rollo de cojones decirlo a quienes realmente tienen que comer la carroña hoy día? ¿Y por qué utilizamos para estos menesteres un hermoso animal como el buitre con uno de los vuelos más majestuosos observables en la naturaleza, que además cumple una función básica en el ciclo de la vida? ¿Qué escondemos detrás de toda esta confusión? ¿El anhelo de ser leones, halcones, tigres, tiburones? o el terror o asco a ser buitres? O tal vez llamarlos buitres sea un freno mental para no pensar que añoramos ser como ellos, al menos estar como ellos.
La otra opción de llamarlos buitres sería reconocer que somos carroña para ellos y nos están comiendo muertos en vida. Entonces, imagínate que la vida se te ha torcido y estás buscando comida en un contenedor y pasa uno de esos coches negros de cristales negros y levantas la mirada y lo sigues, ¿qué verías? ¿Un buitre? ¿Qué vería el de dentro si te mira? Otro buitre.
Si todos vemos buitres, estés en la posición que estés, es que estamos moribundos. O yo vi muchas pelis del oeste.
