La globalización ha traído consigo numerosas ventajas que han ocasionado un cambio y desarrollo exponencial de la sociedad. Sin embargo, no todas las consecuencias de este acontecimiento son positivas, puesto que el avance sin frenos ha conllevado a que aparezcan ciertos desequilibrios en la instauración de las nuevas tendencias en esta sociedad moderna.
Las Tecnologías de la Información y Comunicación (TIC) son uno de los factores que han llegado para mejorar nuestro modo de vida. No obstante, a raíz de ellas ha nacido la brecha digital. Este hecho es el desequilibrio entre las personas para acceder a estas herramientas tecnológicas que nos conectan con los demás. Hace dos años, sin esperarlo, un virus llamado COVID-19 nos encerró en casa y tuvimos que estudiar, trabajar y mirarnos a los ojos a través de pantallas. A muchos el acceso a Internet nos permitió seguir adelante con nuestras vidas, a pesar de la pandemia, gracias a modalidades como el teletrabajo o la educación online. Pero esta nueva realidad sacó a la luz que el desarrollo y transcurso de lo cotidiano no es igual para todo el mundo.
Debemos ser conscientes de que ha surgido una nueva figura de marginación, la discriminación tecnológica. Esta constituye una forma de pobreza y exclusión social, al privar a una parte de la ciudadanía de recursos esenciales para desarrollarse y generar riqueza. El experimento piloto se desarrolló durante la crisis sanitaria, al encontrar numerosos estudiantes, trabajadores y empresas con dificultades para teletrabajar, seguir las clases online o sacar rendimiento a su negocio.
Ante esta situación de desigualdad debemos prepararnos y actuar, la pregunta es cómo. Pues bien, una de las herramientas más potentes es el conocimiento, ser conscientes de la situación. Es por ello por lo que nuestro municipio ha decidido desarrollar, un estudio para analizar esta fractura social. A través de este análisis de la situación actual de nuestro municipio podremos detectar las consecuencias de la brecha digital. Los resultados nos esclarecerán cuáles son las necesidades en materia de calidad, infraestructura, conocimiento, accesibilidad y utilización de las TIC de nuestra población y localidad.
Tras ser conocedores de los retos a los que se enfrenta nuestro municipio, se crearán líneas de actuación para disminuir, o eliminar, los obstáculos que impiden a nuestros ciudadanos desarrollarse correctamente. Fomentar las competencias digitales, democratizar el acceso a los recursos tecnológicos y promover el conocimiento para hacer un uso correcto de estos, serán algunas de las medidas en las que trabajaremos para conseguirlo.
Nuestra prioridad para con el pueblo de Tías es el bienestar y el progreso de todos, pero no a cualquier precio. Apostamos por uno progreso comunitario en igualdad de oportunidades, y para ello es necesario combatir todos los elementos que favorecen la exclusión social, como lo es la brecha digital.