ASOLAN en los Centros ¿Por qué y hasta cuándo?

Por Alberto Acosta

Alberto Acosta, presentador de La Destiladera en Radio Lanzarote

Alberto Acosta

Periodista y consultor de comunicación

3 de abril de 2025 (20:25 WEST)
Actualizado el 4 de abril de 2025 (07:22 WEST)
Piscina de Jameos del Agua
Piscina de Jameos del Agua

En estos últimos días he estado leyendo diferentes criticas que la patronal turística ASOLAN ha estado vertiendo sobre las subidas de precios que se aplicaron a los Centros Turísticos el pasado 2024 y, visto lo visto, creo que es hora de volver preguntarnos qué hace realmente la patronal hotelera en el consejo de administración de los CACT. Pero vayamos por partes…

Ha pasado ya más de un año desde la implementación de la subida de tarifas de las entradas a los Centros de Arte, Cultura y Turismo de Lanzarote. Esa subida se realizó con un importante incremento de precios que rondó el 60%. Además eliminó los bonos que paquetizaban los centros en una sola oferta. Todo el mundo sabe cuál fue mi opinión. Estuve a favor y lo dejé por escrito en un artículo en lavozdelanzarote.com.  

Hoy podemos afirmar que la subida de tarifas fue un éxito por varios motivos y el principal es que los datos así lo corroboran. Por un lado se ha facturado más dinero y por otro han entrado menos turistas. La idea es clara, mayor rentabilidad con una mejor conservación del entorno.

Los números son: el año 2024 han entrado un 14,9 % menos de visitantes en comparación con los que decidieron ver los CACT en el transcurso del 2023. Paralelamente se ha incrementado la facturación en cerca de 12 millones de euros (datos aportados por los CACT). Un éxito descomunal, e histórico.

Por cierto, para aquellos que llegaron a decir que esto afectaría a la industria, tan solo comentar que los visitantes en la isla de Lanzarote alcanzaron récords históricos el pasado año, igual que el gasto en destino y la subida de tarifas hoteleras. 

 

La isla va mejor que nunca y los CACT facturan más que nunca

 

Y es aquí donde aparece el enésimo ridículo de la patronal turística ASOLAN. La patronal hotelera se enfrentó contra la subida de tarifas de los Centros, con varios argumentos. Primero, como hacen siempre que algo no les viene bien, pregonaron un Apocalipsis turístico, cosa que no sucedió. Dijeron que no era bueno para los Centros… e incluso se instrumentalizó una campaña del miedo atemorizando a los camelleros, que iban a perder su sustento por culpa del incremento de las tarifas. Desde luego, si en ASOLAN se han distinguido por algo es por la preocupación del camellero lanzaroteño… en fin.

En la actualidad siguen erre que erre, con temas más sibilinos, pero igualmente faltos de sentido y de rigor. 

Critican una medida exitosa diciendo “que la subida tenía que ser escalonada, ya que ninguna empresa ha incrementado sus tarifas un 60% de un año para otro”. Lo que era verdaderamente grave es que la empresa no subiera las tarifas en décadas dejando la entrada al Timanfaya más barata que un “cubalibre” en un hotel. O lo que es lo mismo, los centros eran el parque temático de los hoteles. Lo público al servicio de los intereses de los de siempre.

También argumentan “que para subir tarifas hay que dar mayor valor a la visita, hacer mas cosas”. Simplemente no. Esta teoría se basa en el desprecio que se tiene por nuestro patrimonio. La visita al Timanfaya no podía costar entre 6 y 9 euros. Si se quieren hacer cosas diferentes que aporten valor, se deben cobrar aparte. 

Además, Asolan ha criticado que al subir los precios se deja de consumir en otros lugares, lo que se llevan de más los CACT no lo facturan otros. Esta peculiar preocupación me parece curiosa por parte de una patronal que tiene entre sus asociados hoteleros del todo incluido, algo que sí que elimina cualquier reparto de la riqueza en la isla. 

 

Hacer caso a Asolan significaba perder millones de euros

 

Si se hubiera ralentizado la subida de las tarifas el 24 no se hubieran facturado casi 12 millones de euros más en entradas. Si eso lo sumamos año tras año, los ingresos a los que la empresa hubieran renunciado serían de decenas de millones… algo que le hubiera encantado a ASOLAN pero que en ningún caso beneficiaba a la empresa a la que representa en el consejo. Más bien es una traición. 

En fin, lo que cada día parece más que evidente es que la patronal turística utiliza su plaza en el consejo de administración de los Centros, para presionar contra decisiones que benefician a la propia empresa. Una especie de Caballo de Troya que pretende mandar en un lugar donde el interés por lo público y la conservación del entorno no están en primera persona. 

A esto debemos de sumar los disparates que en grandes titulares hemos visto salir de la “boca” de esta patronal. Pondré dos ejemplos claros: 

En el 2017 la patronal abogaba porque para subir las tarifas de los hoteles y traer turistas de mayor calidad se le tenía que permitir poner a los hoteles hamacas en las playas. Creo que se comenta solo. No me imagino los clientes del hotel X yendo a su grupo de hamacas… La siguiente probablemente sería pedir que los lanzaroteños no molesten en las playas de su propia isla.  

 

Asolan despreció la vida de los lanzaroteños    

 

Durante la pandemia la patronal turística presionó brutalmente para que la isla y el archipiélago fueran laxos en el control de la Covid-19. Al grito de “¡Turquía (Que no hacía controles) nos está robando los turistas!”. Hoy Lanzarote recibe a más de 3,5 millones de turistas y puede presumir a haber protegido a su población en la covid de manera ejemplar. Ganando reputación y seriedad como destino. Gracias, una vez más, a no hacer caso a la patronal. Y, por cierto, los turistas siguen viniendo, no se quedaron en Turquía.   

Con el paso del tiempo las teorías de Asolan suenan disparatadas, absurdas y carentes de cualquier rigor, como para que alguien las tome en cuenta. No quiero poner más ejemplos… que los hay, pero lo cierto es que ni ASOLAN se respeta así misma al tener una trayectoria tan errática y ridícula. 

 

Tienen derecho a disparatar 

 

Desde luego, Asolan tiene derecho a disparatar todo lo que crea conveniente. Estamos en un país libre y la patronal responde ante sus propios asociados. Pero, con la misma libertad, urge que sea apartada como grupo de poder de las instituciones.

No porque representan el interés de una serie de multinacionales y empresas foráneas, lejos del bienestar del lanzaroteño, que también. Sino porque sus razonamientos son disparatados y van en contra de las propias instituciones a las que dice representar y contra el pueblo lanzaroteño. Con el paso del tiempo, sus “análisis” no resisten la mínima crítica racional. Hoy es un problema para el progreso de la isla y de sus instituciones. Igual que hubo valor para subir las tarifas y se cruzó esa frontera, hace falta la valentía para tomar nuevas decisiones que beneficien el buen funcionamiento de los CACT… Alea iacta est.    

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