Lanzarote no está para rechazar nada que pueda dar algo de esperanza a la maltrecha economía insular, y eso se refleja en la satisfacción, y también en la resignación, con la que unos y otros han aceptado la ampliación del horario ...
Lanzarote no está para rechazar nada que pueda dar algo de esperanza a la maltrecha economía insular, y eso se refleja en la satisfacción, y también en la resignación, con la que unos y otros han aceptado la ampliación del horario del aeropuerto de Guacimeta. Partidos como Coalición Canaria y el PP se han mostrado abiertamente a favor de esta medida, y también lo ha hecho el Cabildo, mientras que los ayuntamientos directamente implicados, como San Bartolomé y Tías, han terminado por aceptar esta decisión, aunque planteando exigencias, como la elaboración de un mapa de ruido en la zona y la adopción de medidas para insonorizar aquellas viviendas que puedan verse más afectadas.
Sin embargo, todo ello no exime a Aena del vergonzoso papel que está jugando con la isla de Lanzarote. Y es que aunque las organizaciones empresariales estén tirando cohetes por esta noticia, resulta inaceptable cómo se ha producido, y la falta de respeto que vuelve a mostrar este ente dependiente del Ministerio de Fomento con la isla.
Es cierto que a finales del pasado mes de noviembre, el presidente de Aena ya envió una carta al presidente del Cabildo, Pedro San Ginés, explicándole, entre otras cuestiones previstas para el aeropuerto, la posibilidad que se estaba estudiando de retrasar el horario de cierre del aeropuerto lanzaroteño. Sin embargo, el señor San Ginés tampoco consideró oportuno compartir esta información con los ciudadanos de esta isla. Ni siquiera con los ayuntamientos implicados.
De hecho, los alcaldes de Tías y San Bartolomé, pese a tener el mismo signo político del Gobierno central, se han enterado de esta noticia por la vía de los hechos consumados. La pasada semana, antes de que trascendiera públicamente nada sobre este asunto, lavozdelanzarote.com adelantaba la noticia: "Ryanair está vendiendo vuelos que obligarían a abrir el aeropuerto de Lanzarote de madrugada". Es decir, que la compañía aérea tenía ya una información que desconocían los ayuntamientos implicados y los ciudadanos de esta isla. Sólo se le había avanzado algo al presidente del Cabildo, pero al parecer, éste se limitó a trasladárselo a las asociaciones empresariales, como Asolan, pero no a la opinión pública.
Por si fuera poco, cuando la edición digital de La Voz publicó esta noticia, y contactó con Aena para confirmar si realmente se iba a ampliar el horario, obtuvo la callada por respuesta durante días. El gabinete de prensa dio largas durante casi una semana, afirmando que seguían intentando confirmarlo "con Madrid". Probablemente, la próxima vez sea mejor recurrir al gabinete de prensa de Ryanair para pedir información sobre lo que se va a hacer en el aeropuerto de Lanzarote. Y es que al parecer, esta compañía maneja más información de Guacimeta que el propio personal de Aena.
Finalmente, este lunes terminaron admitiendo lo que era evidente, con una escueta nota de prensa en la que "vendían" como positivo este cambio, afirmando que "contribuye a potenciar Lanzarote como destino turístico y facilita la apertura de nuevas rutas".
Leyendo ese comunicado, es inevitable preguntarse: ¿si todo es tan positivo, porque se empeñaron en ocultarlo hasta ese momento? O es que, simplemente, consideran que pueden hacer y deshacer a su antojo en esta isla, sin siquiera molestarse en notificarlo. Que pueden tener un director en Lanzarote que se esconde de los medios de comunicación, especialmente cada vez que hay un problema, como el generado en los meses de noviembre y diciembre, con decenas de vuelos cancelados que dejaron pérdidas millonarias para la isla.
Más allá del malestar que la ampliación del horario pueda generar en los vecinos de las localidades más cercanas a Guacimeta, la realidad es que Lanzarote necesita tener un aeropuerto competitivo. Pero frente a la rapidez y el sigilo con el que han adoptado esta decisión desde Aena, sorprende e indigna la pasividad que muestra en cambio con otras necesidades de Guacimeta, demandadas desde hace años, como la ampliación de la pista. O la incompetencia que ha demostrado al modificar el sistema de aproximación y aterrizaje, generando un auténtico caos de desvíos y cancelaciones en los dos últimos meses, que ahora aseguran que resolverán "en breve".
El presidente del Gobierno de Canarias, Paulino Rivero, decía esta semana que Lanzarote no puede quejarse del papel que ha jugado Aena, porque hasta ahora la isla se ha dedicado a "poner obstáculos" y a "no dejarle trabajar". Y desde luego, como sucede con otras tantas inversiones que deberían llegar de Fomento, del Gobierno central y del Gobierno regional, tiene buena parte de razón.
Sin embargo, lo sucedido con la ampliación del horario demuestra que si realmente quiere, Aena hará lo que le venga en gana. Pero claro, una cosa es abrir el aeropuerto más horas, con los beneficios que obtendrá a cambio, y otra invertir unas sumas millonarias, como las que se demandan para adaptar nuestro aeropuerto. Ahí, es mucho mejor aferrarse a la excusa de que en Lanzarote no hay consenso.
