Una vecina de Arrecife ha recuperado este miércoles su vivienda en el barrio de La Vega tras tres años de procesos judiciales para poder echar a los inquilinos que la ocuparon en 2021. "He llorado mares, estoy tomando diazepam para poder dormir", lamenta Alicia García frente a la puerta de su vivienda por la que lleva mucho tiempo peleando.
El reloj marcaba las 12.05 horas de la mañana de este miércoles cuando trabajadores de la Secretaría Judicial llegaron a la calle Ortega y Gasset. Un juzgado de Arrecife había firmado ya la orden para desalojar en la mañana de este miércoles a una joven pareja que residía con su bebé en la vivienda sin hacer frente al pago del alquiler.
Corría el año 2021, Alicia García sufrió un Expediente de Regulación Temporal de Empleo a raíz de la pandemia y decidió habilitar y alquilar la planta baja de su vivienda para poder hacer frente a los gastos de la hipoteca. Según ha narrado a La Voz, se la alquiló a una mujer sectagenaria por 450 euros, con los gastos incluidos. Al principio todo iba bien, pero su inquilina solo pagó la renta durante cuatro meses, al quinto dejó de entregarle el dinero.
"La abuela se fue, pero antes de marcharse me dejó a su nieto con la pareja embarazada", narra la propietaria del inmueble. "Llevo casi tres años con esto, cuando vinieron a desahuciar a la abuela, como ya no estaba, tuve que volver a empezar todo el proceso para dirigirlo a las personas que estaban ahora", continúa Alicia García.
En mitad de esta lucha por recuperar su propiedad se ha topado con que el Ayuntamiento de Arrecife presuntamente empadronó a los inquilinos en su vivienda "con un contrato falso. Falsificaron mi firma y en el contrato no tenía ni mi DNI, solo mi nombre", señala.
La bebé, que ahora tiene cerca de dos años, vivía con sus padres en la vivienda hasta este miércoles a las 9.30 horas de la mañana, cuando decidieron marcharse antes de que se ejecutara el alzamiento.
Todo este tiempo, esta ciudadana ha estado viviendo en la planta alta, una por encima de sus okupantes. Así, asegura que ha tenido que enfrentarse a facturas de agua y luz por más de 300 euros y que incluso, en una ocasión trataron de venderle su lavadora.
Ahora ha podido entrar a comprobar el estado de su vivienda, aquejada por la falta de pintura y con una plaga de cucarachas. "Ponemos todo lo que sirva en el salón y todo lo demás lo tiramos", le señalaba un amigo minutos después de recuperar la propiedad.
Alicia García pide seguridad jurídica para los propietarios que decidan alquilar su vivienda, para no tener que enfrentarse a largos procesos judiciales para recuperarlas.
