Los jóvenes canarios que consiguen emanciparse han de dedicar el 99,4% de su salario para pagar un alquiler sin compartir vivienda, frente al 80% de la media española, y el 64,5% para cubrir los gastos de la cuota hipotecaria, en caso de comprarla.
Así se recoge en el Observatorio de Emancipación presentado este viernes por el Consejo de la Juventud, en el que se especifica que a nivel estatal, los jóvenes siguen retrasando la edad de emancipación hasta los 30 años, la más alta de las últimas dos décadas.
"Nos emancipamos cuando dejamos de ser jóvenes", destaca el Consejo de la Juventud en su último barómetro a cierre de 2022, que muestra un estancamiento de la tasa de emancipación juvenil en el 15,9%, la mitad que la de la Unión Europea -31,9%-.
En su apartado dedicado a las comunidades autónomas, el informe hace hincapié en que Canarias fue de las pocas comunidades autónomas en las que el riesgo de pobreza y exclusión social entre la población joven aumentó entre 2021 y 2022, solo superada por Ceuta y Melilla.
Sueldos bajos y trabajos precarios
La precariedad socioeconómica de la población joven canaria seguía siendo estructural, subraya el informe; en primer lugar, por la "extrema dependencia" del comercio y la hostelería como fuentes de creación de empleo.
En segundo lugar, por la escasa retribución salarial que percibían, la segunda menor de España. Además, más de la mitad de las personas jóvenes con estudios superiores terminados ocupaba puestos de trabajo que exigían un nivel formativo menor.
Por otra parte, alquilar una vivienda en Canarias, la alternativa mayoritaria entre el 15,8% de las personas jóvenes que lograban emanciparse a finales de 2022, supondría tener que destinar el 99,4% de su salario.
La compra de una vivienda libre, "ya de por sí muy poco factible por las restrictivas condiciones de acceso (ahorro previo necesario, demostrar unos ingresos suficientes y una solvencia económica a medio y largo plazo)", significaría tener que destinar 64,5% del salario solamente a cubrir los gastos de la cuota hipotecaria.
En la comparativa entre comunidades, Canarias iguala a la tasa nacional de emancipación de jóvenes entre 16 y 29 años, un 15%, y es de las más bajas en cuanto a la emancipación entre la población de 30 a 34 años, un 60%, frente a más del 70% de la media nacional.
Las mujeres jóvenes canarias, las que más difícil tienen emanciparse
Si se diferencia por sexos, la tasa de emancipación de varones de 16 a 29 años es superior a la de las mujeres, al contrario de lo que sucede en el conjunto del país, y es la tercera más alta de España, solo por detrás de Cataluña y Murcia.
En cambio, entre las mujeres, esa tasa en Canarias es la más baja, igualada con Castilla-La Mancha.
Andrea González Henry, presidenta del Consejo de la Juventud de España, ha destacado que "la edad de emancipación ha subido a los 30 años, la cifra más alta desde que el observatorio publica este informe, hace 20 años; sobrepasamos la cifra que define ser joven, en España independizarse es prácticamente una quimera".
El alquiler sube más deprisa que los sueldos
El empleo no era suficiente para poder acceder a una vivienda, ya fuera comprada o de alquiler. Pese a que el salario medio de una persona joven subió un 4,6 % hasta 13.079 euros netos al año (o 1.089 euros netos al mes), el precio del alquiler lo hizo un 7,55% (precio medio de 912 euros).
Por tanto, para pagar un alquiler en solitario un joven trabajador tendría que dedicar el 83,7% de su sueldo, a lo que habría que sumar 141 euros de media de los suministros y servicios de una vivienda (como los recibos de agua, luz, gas, etc.), lo que absorbería su salario (96,6 % de su sueldo) y apenas le quedarían unos 40 euros para comer, ropa y ocio.
"Algo completamente inasumible", concluye el Consejo de la Juventud que atribuye esa situación a la falta de acción política y a la gran especulación en el mercado de la vivienda.