Lanzarote ha ganado 22.283 plazas turísticas en 30 años. Hoteles, apartamentos y, desde los últimos años, viviendas vacacionales componen la oferta de alojamientos turísticos en Lanzarote. En 1991, la isla contaba con 43.943 plazas en establecimientos turísticos. Tres décadas después, en 2022, la cifra ascendió a 64.043. Así lo recoge el Sistema de indicadores conjuntos entre Lanzarote y Menorca, con motivo del aniversario de la declaración como Reservas de la Biosfera. En febrero de 2024, ascendió hasta alcanzar las 66.226 plazas turísticas en febrero de 2024.
El crecimiento de la oferta alojativa en Lanzarote está vinculada a "procesos inmobiliarios" y refleja la importancia que tiene el turismo en su economía. Tras el cero turístico de la pandemia, el informe reflexiona sobre la posibilidad de "profundizar en los objetivos de diversificación económica". Así pues, a pesar de que resalta que "es indudable" que el crecimiento turístico brinda oportunidades de desarrollo, también presenta "retos" ambientales y culturales.
Desde su declaración como Reserva de la Biosfera, Lanzarote ha aumentado sus plazas alojativas en un 50%. Lo mismo ha ocurrido en la isla balear. Sin embargo, no han crecido al mismo ritmo. Desde mediados de los 90 el crecimiento urbanístico de Lanzarote no cesó. A comienzos de los 2000, aprobó de forma pionera una moratoria turística, que comenzó a dar sus frutos en 2009, cuando su parque alojativo se estancó y llegó incluso a decrecer.
Frente a ello, Menorca, con un crecimiento más moderado, tuvo que esperar hasta veinte años más tarde para que en el Archipiélago se plantease una medida similar.
Plazas ocupadas
En 2009, los alojamientos turísticos de Lanzarote tenían una ocupación del 54,2%. Diez años después ya rozaba el 80%. A ello se suma que las tarifas hoteleras han crecido en 90% en tan solo 14 años.
Esta cifra ha seguido en esta línea en los últimos años. Sin embargo, tras la pandemia por coronavirus la estancia media ha disminuido. "Una disminución de la estancia media puede resultar en una mayor concentración de turistas en periodos más cortos", ha indicado.Dicha concentración de viajeros "aumenta la presión sobre los recursos locales por una mayor rotación de turistas, incremento en el uso de infraestructuras, presión sobre el mercado, la sobrecarga de servicios y equipamiento e impacto en la comunidad local".
Lanzarote tiene 197 alojamientos turísticos abiertos, entre apartamentos y hoteles. Además, cuenta con 31.396 plazas de viviendas vacacionales, según los datos del Instituto Canario de Estadística reproducidos en el informe. Menorca, con 30.318. La investigación recoge que "es cierto que puede ser beneficioso para la economía local", al generar empleo y "contribuir a la generación de ingresos a través del turismo", refleja el informe. Sin embargo, es importante que "este crecimiento se gestione adecuadamente" con el fin de "evitar problemas" como pueden ser la saturación y la gentrificación turística, así como el aumento de precios del alquiler para los locales.
Los destinos locales que empiezan a abrirse hueco terminan atrayendo la atención de turistas y de comercios con unos precios por encima de lo habitual. La población local se va alejando de los espacios de consumo, e incluso en muchas ocasiones debe terminar abandonando el lugar por el elevado precio de los alquileres ante la retirada del mercado de vivienda alojativa para dedicarla a lo vacacional.
El debate sobre la regularización o no de la vivienda vacacional está servido desde hace años en Lanzarote. Curiosamente, las dos comunidades autónomas con mayor número de viviendas vacacionales son los dos archipiélagos españoles: el canario y el balear. Baleares tiene 13 plazas de vivienda vacacional por cada 100 habitantes, frente a las ocho de Canarias.
