La lanzaroteña Águeda Borges lleva su isla "impresa a fuego en el corazón" allá donde va, ya sea en otras islas de Canarias, en la península o en el extranjero. Licenciada en derecho y especializada en empresas, lleva las relaciones institucionales del grupo hotelero RIU y, entre otros cargos directivos, es vicepresidenta de la Federación de Empresarios de Hostelería y Turismo de la provincia de las Palmas (FEHT).
En una entrevista con Ekonomus, desgrana las claves que considera esenciales para que el turismo en Lanzarote sea sostenible sin perder competitividad y para que esté centrado en la excelencia.
- La mayoría de directores de hotel y empresarios en el turismo siguen siendo hombres, ¿qué ha cambiado y qué no ha cambiado en las últimas décadas para que una mujer pueda llegar a puestos directivos en el sector?
A nivel psicológico, ha cambiado cómo se ve a una mujer en un puesto directivo, y a nivel legal, la facultad de conciliar, también para los hombres. En el turismo siempre ha habido una gran presencia femenina, es un mundo muy internacionalizado, estamos acostumbrados a ver a las directivas de touroperación y de empresas internacionales.
Creo en la valía personal, el trabajo infatigable y el sacrificio. También creo que hay que hacerse valer y hay que estar muy alerta y vigilante. Deseo que llegue el momento en que nadie te pregunte cuánto has tenido que sacrificar por el camino o si tienes que defenderte como un hombre. El mundo cada vez se define menos por los géneros o por el sexo que tengas.
"En el ADN de los conejeros está el convencimiento de que hay que proteger a la isla"
- ¿Cómo es su relación con la isla de Lanzarote?
Yo trato siempre de que lo primero que conozcan de mí es cómo me llamo y lo segundo, que soy de Lanzarote, porque llevo mi tierra impresa a fuego en el corazón. Llevo muchos años fuera, pero no dejo de ir siempre todo lo que puedo, mi familia extensa está ahí. Ahí está mi casa familiar y mis orígenes, mis raíces. Cada vez que voy, siempre veo alguna cosa que me llega al alma.
"A los hoteles que no tienen un sello de calidad medioambiental, la touroperación no los contrata"
- El año que viene la UNESCO llevará a cabo el análisis que realiza cada diez años en Lanzarote para comprobar que la isla sigue cumpliendo los criterios para ser Reserva de la Biosfera. Algunas voces han alertado del riesgo de perder la calificación, ¿qué opina?
No creo que tengamos riesgo de perder la calificación. Creo que seguimos cumpliendo los condicionantes que examinan, pero desde luego, lo que tenemos que hacer es ser los primeros en creerlo y en demostrar que no nos damos por vencidos.
Está en el ADN de todos los conejeros y de todos los residentes el convencimiento de que hay que proteger y salvaguardar la isla, pero también tenemos que vivir dignamente en ella, hay que invertir donde toca y hay que ser responsable cada uno de lo suyo. Es una responsabilidad colectiva y a la vez individual, y luego, por supuesto, por extensión, tiene que haber una administración pública facilitadora, ágil, y con una única conciencia.
- ¿Cómo se están comportando las empresas turísticas en el campo medioambiental?
La mayoría de las empresas están cumpliendo sus deberes medioambientales. Hay una gran inversión y una gran concienciación. Nuestra fortaleza es nuestra climatología y nuestro paisaje y el sector turístico es el primer interesado en que el paisaje y el territorio de Lanzarote estén protegidos. A los hoteles que no tienen un sello de calidad, la touroperación no los contrata.
"Me sorprende que no haya una apuesta por la soberanía energética en Lanzarote"
Los hoteleros tenemos protocolos de reciclaje, hemos formado a nuestras plantillas, y tenemos que demostrar a los touroperadores la circularidad de los proveedores y de nuestro reciclaje de residuos con nuestros planes anuales de sostenibilidad. Y hay un punto en el que a menudo fallamos, y es en demostrar que el esfuerzo que hemos hecho en el establecimiento ha repercutido a través de las estaciones públicas de reciclaje. Y hay ayuntamientos que aprueban y ayuntamientos que no.
- ¿Qué echa de menos en el trabajo de las administraciones públicas de Lanzarote para aunar turismo y sostenibilidad?
Tenemos una isla con una naturaleza única, que hay que preservar, pero de la que también debemos vivir. Tiene que hacerse compatible. A mí me sorprende sobremanera que no haya un consenso político y social, que no haya un diálogo más claro y que no haya una apuesta, por ejemplo, por la soberanía energética, no se pueden querer una cosa y la contraria.
Si apostamos por la sostenibilidad y por sustituir los combustibles fósiles hay que centrarse de lleno en las energías renovables. En picos de producción, el consumo eléctrico de Gran Canaria ya es en un 41% proveniente de energías renovables. ¿Cómo es posible que en Lanzarote estemos perdiendo ese tren? Hay que aprovechar los fondos europeos, no nos podemos quedar atrás.
- ¿Detecta inmovilismo en la política lanzaroteña?
Lanzarote tiene que tomar decisiones, la isla lleva mucho tiempo con un problema de falta de diálogo político y de falta de generosidad. Hay que ponerse a trabajar codo a codo sin importar el color político para que sea la isla la que salga ganando.
Hemos sido pioneros, tenemos una isla que es una joya. Una isla en la que tenemos que seguir viviendo y hacerlo dignamente. Llega un momento en el que hay que plantarse, subir la cabeza, tener orgullo y decir nosotros tenemos que hacer el mejor turismo del que seamos capaces.
"Las moratorias no trajeron más que la histeria por llegar a tiempo"
También hay que salir de casa y ver cuáles son nuestros competidores, que están muy cerca. Hay que ir a Cabo Verde y ver qué turismo se está haciendo allí. Hay que mirar la floreciente costa norte de África, en Marruecos y en Senegal. No podemos pensar que este maná de la climatología de sol y playa nos alimentará de manera espontánea. Las zonas maduras hay que renovarlas y sobre todo hay que tener una regulación y una planificación clara de lo que se va a hacer en los siguientes 10 años.
- Según un reciente estudio del Cabildo de Lanzarote, la capacidad de carga de la isla se ha superado en muchos aspectos, ¿Hay demasiadas plazas turísticas?
No es una discusión reciente. Llevamos muchos años hablando de capacidad de carga y del número de plazas hoteleras. Las limitaciones no han funcionado. Las moratorias, no trajeron más que la histeria por llegar a tiempo, de hacer muchas cosas, aceleraron proyectos, que probablemente se habrían dilatado en el tiempo de manera natural.
Y por supuesto, cuando uno tiene que hablar bien de lo suyo y de un producto que quiere vender, lo que no puede es meterse un tiro en el pie y decir que la isla se declara saturada, porque eso la convierte en poco atractiva.
- ¿Dónde hay que tomar medidas?
Creo que la situación es como un puzzle que hay que sentarse a componer. Creo que está muy bien que el turismo reparta riqueza para todos, pero también es verdad que la isla, en los últimos cinco años, ha superado las 7.000 viviendas vacacionales con más de 30.000 plazas diseminadas a lo largo y ancho de la isla.
No están en Playa Blanca o en Puerto del Carmen o en Costa Teguise solamente, sino que te la puedes encontrar en Los Valles, en Tomaren, o en Soo. Hay un reglamento, pero a lo mejor hay que darle una vuelta. Se hizo en su momento para los hoteles emblemáticos, y para las casas rurales.
"César Manrique estaría muy orgulloso de toda la red de Centros Turísticos y de cómo los lanzaroteños siguen queriendo tanto a esta isla"
Hay una regulación muy exigente para los establecimientos turísticos y hay que evitar noticias como aquella que vimos hace un año de una azotea con tiendas de campaña para turistas, porque nos hace mucho daño.
Luego está la cuestión del planeamiento urbanístico, no pueden estar los municipios con planes de hace 25 o 30 años viviendo a base de modificaciones puntuales o de remiendos. No es posible que se complique tanto esa planificación como para que ni siquiera dé tiempo de hacerla en una o dos legislaturas.
- ¿Dónde hay que poner el foco para no perder competitividad frente a otras zonas turísticas emergentes?
Lo que hacemos, hagámoslo bien, vamos a concentrarnos en ser los mejores. No ser ombliguistas y pensar que lo tenemos todo hecho por el clima y la belleza de las playas. Hay que tener establecimientos a la altura de las expectativas del cliente.
Hay que ir a la excelencia. Creo que tenemos una gastronomía estupenda. Creo que se está haciendo un trabajo excelente. Vamos a centrarnos en trabajar muy bien en el sector turístico sin complejos, sin demonizarlo. Pararse a pensar y ver dónde se puede crecer y dónde no.
"En la provincia tenemos uno de los mejores convenios laborales del país para la hostelería"
Hay zonas maduras en las que se puede pensar lo que hay que mantener y a lo mejor hay cosas que hay que demoler y rehacer de otra manera. Hay que pedir a las administraciones públicas responsabilidad y agilidad, y alfombra roja a la inversión en modernización, reforma y actividades complementarias. También para ser un destino más atractivo y divertido, tenemos un gran turismo senior, pero fallamos quizá en enamorar a las nuevas generaciones.
¿De qué cree que estaría más orgulloso César Manrique de lo que ha pasado en Lanzarote en los últimos 30 años y qué sería lo que más le disgustaría?
Creo que estaría muy orgulloso de todas la red de Centros Turísticos y de cómo los lanzaroteños siguen queriendo tanto a esta isla.
Seguramente no estaría nada orgulloso de las discusiones infructuosas que no llevan a nada, y de aquellos proyectos que no tienen nada que ver con nuestra idiosincrasia y nuestra estética, que son muy libres, por supuesto, de hacerse, pero es una lástima que se pierda esa homogenización de color y de diseño en la isla.
Él quizá hubiera deseado una isla para pocos o para menos, con muchísima más calidad, pero la realidad, la globalización, la capacidad de transportarte en cuatro horas en un avión directo ha hecho que no sólo Lanzarote sino toda Canarias estén más cerca. Creo que César se habría adaptado, pero habría estado vigilante y opinando sobre sobre muchas cosas.
- Algunos jóvenes lanzaroteños tienen la percepción de que el empleo en el turismo es precario y mal pagado, ¿qué les diría?
No es cierto que el trabajo en turismo y en hostelería esté mal pagado o tenga peores condiciones. De hecho, se puede ganar mejor que en otros sectores. En la provincia de Las Palmas tenemos uno de los mejores convenios laborales del país en cuanto a tablas salariales.
El turismo da muchas oportunidades profesionales. Hay muchos jóvenes que empiezan en hostelería en un puesto base y hacen carrera. La mayoría de las empresas ofrecen carreras profesionales. Tenemos muchísimos directores y consejeros que empezaron de ayudantes de recepción.
Ahora, lo que creo que es primordial, es formarse, sobre todo en idiomas, para ser competentes y competitivos con muchas otras personas que llegan a la isla y que hablan dos y tres idiomas.