Kumar Dadlani: "Comparo a un jefe de cocina con un abogado, no tienen nada que envidiarse"

El empresario hostelero de origen indio, nacido en Tenerife y afincado desde hace más de 30 años en Lanzarote, empezó en los negocios con 16 años

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30 de noviembre de 2024 (08:41 CET)
Actualizado el 1 de diciembre de 2024 (09:45 CET)
Kumar Dadlani
Kumar Dadlani

Kumar Dadlani es uno de los empresarios más conocidos de Lanzarote. De origen indio y nacido en Tenerife, lleva en la isla desde el año 1988 después de que su padre llegara para montar un negocio de electrónica e informática. Desde que tenía 16 años, comenzó a montar diferentes negocios que le han llevado a su actual peso empresarial en Lanzarote. En el programa Más de Uno Gourmet de Radio Lanzarote-Onda Cero, con Carlos Chavaud, repasa su trayectoria.

  • ¿Cuándo decides montar tu primer restaurante?

Yo empecé muy joven con pensamientos empresariales y tuve que abandonar lo que me hubiera gustado ser que era arquitecto porque mi familia se arruinó y tuve que empezar a trabajar a los 16 años. Con 17 fui director de una empresa y con 23 monté tiendas de electrónica, joyería y calzado, entre otras. En apenas año y medio llegué a tener 14 negocios con solo 23 años. Un día un alemán me dijo que tenía que probar la hostelería porque ganaría dinero rápido y ahí monté mi primer restaurante en 1988.

  • ¿Cómo fue el proceso de la obra?

Influí en ese diseño y fue espectacular, todo el mundo se puso nervioso porque yo ya estaba gastándome dinero en un montaje que en aquel entonces eran trescientos o cuarenta mil euros, era una locura, pero yo sabía que tenía que hacer las cosas de esa manera. A los meses me di cuenta que o cerraba o me arruinaba aunque el local estuviera a tope pero no ganaba porque pensé que era poner montón de empleados y ya está, pero no.

Cuando tomé la decisión de cerrarlo y montar una tienda de calzado me lo pensé mejor y dije que no, que me iba a poner a trabajar en el restaurante como uno más para ver por qué un negocio que estaba lleno no generaba dinero. Ahí te das cuenta de los inconvenientes y a los dos meses de haber empezado ya supe cómo era el negocio.

  • ¿Qué diferencia hubo del último restaurante que montaste al primero?

En primer lugar, en aquel tiempo estaba nuestro querido César Manrique y la isla se identificaba con las ideas que él tenía. Yo monté el restaurante respetando un poco sus ideas. La diferencia que había en aquel entonces a ahora era básicamente en el tipo de público que había. En aquella época vivíamos de los turistas escandinavos y el alemán y era de un poder adquisitivo medio-alto. Ahora ya hay de todo un poco.

Si me hablas de hace diez años, lo que había era muy malo porque Puerto del Carmen se estaba cayendo a trozos pero en la última década se ha visto una mejora brutal. Si ahora te vas a la avenida, vas a ver a viandantes de un poder adquisitivo medio-alto y eso es lo que perseguimos, menos turismo pero de una mayor calidad.

  • ¿Tenemos personal e infraestructuras de calidad en Lanzarote?

Lanzarote es un punto complicado porque con los habitantes de la isla no es suficiente, hay que traer a gente de fuera y eso conlleva a que tengan que dejar a sus familias y demás. Sin embargo, nos hemos adaptado gracias a programas de cocina de televisión que han hecho que muchos jóvenes se interesen por la carrera de hostelería.

Lo que antes era prácticamente nada, ahora yo comparo a un gran jefe de cocina con un arquitecto o con un abogado, no tienen nada que envidiarse. Ya se respira un aire de que ser jefe de cocina es un prestigio. Es de lo que vivimos y estoy muy orgulloso de los restaurantes que monté y haber trabajado en ellos.

  • ¿Cómo surge la idea de meterte en un hotel boutique como el Lani's Suite?

Yo siempre me he quejado, sobre todo los últimos 20 años, de que el turismo que estaba llegando era malo. Donde está el Lani's Suite, no se compró para hacer un hotel, sino para hacer un centro comercial. Si yo hacía un centro comercial, iba a perjudicar a los otros locales. Decidí no hacer el centro comercial y una década después dije: "Si me quejo tanto de que no viene turismo de calidad, pues voy a hacer un hotel de súper lujo a ver qué pasa".

El riesgo era muy grande y muchos me dijeron que si estaba loco. Solo necesitaba llenar 20 habitaciones y en aquella época llegaban más o menos dos millones de turistas, así que encontrar a 40 personas no iba a ser un gran problema. Empecé vendiendo la habitación a 300 euros y actualmente está a 1000, además de tener 60 empleados para un hotel de 25 habitaciones. Hemos conseguido que el 80% de nuestra clientela sea repetidora. 

  • Lanzarote es un sitio inigualable en el mundo pero el turista no es tonto y hay que darle otro valor a donde duerme...

Yo me quejaba mucho de Lanzarote y me fui a dar la vuelta al mundo con mi barco durante tres años. Estuve en 80 países y le dije a mi mujer que podíamos buscar una casa en otro lado porque teníamos todo alquilado. Sigo teniendo 29 restaurantes en la isla con 500 empleados y decidimos buscar otra casa donde fuera pero cuanto más veía, más sabía que mi casa estaba en Lanzarote. Cuando volví del viaje decidí que nunca más me iba a quejar, que esto es lo que había y me tenía que adaptar a ello. De ahí salió el hotel, de intentar atraer calidad.

  • ¿Cómo ves que ha evolucionado la gastronomía en Lanzarote estos últimos 15 años?

Es un milagro enorme que estando a casi mil kilómetros de la Península podamos conseguir todos los productos que necesitamos y luego, la mentalidad de muchos jóvenes de apostar por este sector. Hay muchísima gente que quiere hacer algo bueno, sacrificando beneficios.

  • ¿En qué proyectos nuevos estás pensando de cara al futuro?

Tengo un proyecto que estoy haciéndolo con una ilusión enorme en Costa Teguise. Cuando yo empecé hace 20 años, Costa Teguise era el patito feo de la isla, hoy no, hoy es un sitio privilegiado y con residentes que están llegando. Estoy montando un centro comercial allí justo frente a la playa de Las Cucharas y lo estoy haciendo pensando en el residente y en el turista. No quiero contar mucho más, sino que quiero que la gente espere y lo vea porque va a estar muy bien.

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