El conejero Daniel Carballo estudió cocina en Madrid, donde se apasionó por la cocina asiática. Hace unos meses abrió con el apoyo de su pareja Reynali Bicaldo, también lanzaroteña, pero de origen filipino, el restaurante K-Mayan, el primero con comida de Filipinas en Lanzarote.
En una entrevista con el espacio radiofónico Más de Uno Gourmet de Radio Lanzarote, explican su filosofía, su materia prima y ponen en valor la tradición del archipiélago asiático de comer con las manos, K-Mayan en lengua tagala.
- Daniel, ¿cómo te formaste en cocina?
Estudié cocina y pastelería en Madrid. Empezamos por la gastronomía española y luego fuimos derivando a otras cocinas. La que más interés me despertó fue la del sureste asiático por la diferencia de sabores, técnicas y tradiciones.
- ¿Cómo has elegido las recetas?
Buscando mucha información, incluso registros históricos. Ha sido complicado traducir las recetas desde el tagalo, la lengua nacional de Filipinas. También las hay en inglés, pero yo prefiero el tagalo.
- Reynali, ¿qué te pareció la propuesta de Daniel?
Yo encantada. Él siempre ha mostrado mucho interés por todo lo asiático y yo, de hecho, siempre he pensado que él tuvo interés en mí porque era filipina, no por otra cosa. (Risas).
A toda mi familia le encanta la cocina. Siempre que hay cualquier fiesta familiar todos se pelean por estar en la cocina y él siempre ha estado ahí con mi familia viendo y ayudando, así que cuando lo propuso, le animé.
- ¿Cómo se llama el restaurante?
K-Mayan Gastrobar Filipino Food. K-Mayan significa ‘con las manos’. Es un juego de palabras porque toda nuestra comida es casera y además, en Filipinas, lo tradicional es comer con las manos.
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- Entonces, ¿hay que comer con las manos en el restaurante?
Daniel: Tenemos cubiertos. (Risas).
Reynali: Yo siempre invito a que coman con las manos pero tenemos cubiertos para los que todavía no se atreven. También tenemos guantes si prefieren.
Daniel: Comer con las manos contribuye a mezclar los sentidos porque no solo utilizamos el gusto y el olfato, sino que le agregamos un valor añadido que es el tacto de las distintas texturas. También promovemos el baby led weaning (destete regulado por el propio bebé, que empieza a elegir alimentos sólidos con las manos).
- Daniel, ¿cuál es tu plato preferido?
El rollito filipino. Es un rollito de carne pequeñito, estilo snack, y le he conseguido dar un toque personal.
- ¿Tiene algún toque conejero la carta?
Daniel: En Lanzarote tenemos muy buen género. En el restaurante tenemos por ejemplo una barbacoa hecha con piedra volcánica en la que cocinamos sobre todo cochino negro canario, pero con un adobo filipino.
También tenemos un pequeño huertito donde cultivamos los chiles, la okra y otras verduras para que lleguen al cliente lo más frescas posibles.
- Reynali, tu trabajas en sala, ¿cómo lo llevas?
Nunca había trabajado en hostelería. Soy licenciada en Derecho, así que estoy en mi despacho por las mañanas y por las tardes ayudo en el restaurante.
De joven trabajé los veranos en tiendas y supermercados, pero siempre me dije que nunca sería camarera, porque soy super patosa con las bandejas. De hecho sigo sin llevar bandejas, pero los clientes dicen que atiendo muy bien y yo no me veo mal. (Risas).
- ¿Dónde está el restaurante y qué horario tiene?
Estamos en el número 37 de la calle Guanarame de Playa Honda y abrimos desde las 15.00 hasta las 23.00 horas. Los sábados abrimos a las 14.00 horas.