En la última edición de Madrid Fusión, los vinos de Lanzarote han tenido especial protagonismo con un espacio propio en la sección de vinos. Allí, siete bodegas de la isla han presentado caldos mediante catas comentadas.
El presidente del Consejo Regulador habla de ello y de la falta de agua en una entrevista con el espacio radiofónico Más de Uno Gourmet de Radio Lanzarote-Onda Cero.
- ¿Qué tal esta nueva experiencia de un espacio propio en Madrid Fusión?
La verdad es que ha sido muy positivo. Hemos visto gran cantidad de personas que han pasado por este nuevo espacio con el que queríamos dar mayor visibilidad a un producto tan sensible como es el vino y que siempre ha ido de la mano de Saborea Lanzarote.
- ¿Van a repetir la experiencia el año que viene?
Esperamos que sea la primera de muchas ediciones. Es el primer paso y lo iremos limando en futuras ediciones. Queremos que los vinos de Lanzarote estén en ese nicho de mercado que tanto ansiamos.
- Gracias a esta nueva experiencia, ¿habéis podido tener negociados directamente con restauración de la península?
Efectivamente, el perfil de público que viene a Madrid Fusión viene buscando productos que normalmente no está acostumbrado a ver, o a en el caso del vino o a catar, así que ha sido una muy buena herramienta para dar visibilidad y cerrar en el futuro acuerdos.
- Se prevé una cosecha complicada, ¿no es así?
Venimos de un año climatológicamente bastante adverso, sobre todo porque las temperaturas han sido muy altas, ha habido muy poca lluvia y el agua que ha caído en lo que llevamos de 2025 no ha servido todavía para paliar la sequía que arrastramos.
Vamos a cruzar los dedos y vamos a ver cómo viene esa nueva vendimia 2025. En abril o mayo tendremos una idea más aproximada.
- ¿Qué tal es la interlocución con el Cabildo con respecto a la crisis hídrica?
Nosotros, como Consejo Regulador hemos trasladado una y mil veces, que para que la agricultura de Lanzarote sobreviva necesitamos agua.
Es verdad que en el Cabildo se están poniendo manos a la obra, pero todavía estamos en un inicio peliagudo. Se están empezando a poner los cimientos para que dentro de equis años haya agua tanto para la población que hoy tampoco tiene, como para la agricultura, pero son pasos que van muy lentos.