El Cepa Titerroygatra celebra 40 años de crecimiento e inclusión, generando oportunidades de aprendizaje a lo largo de la vida, capacitando al estudiantado para que actúen y ayuden a transformar nuestro futuro colectivo, empoderando a las personas adultas para alcanzar sus sueños de vida y engrandeciendo su formación en Lanzarote.
“Gracias a todas y a todos por ser parte de la Historia del CEPA Titerroygatra”
Ha transcurrido mucho tiempo y han cambiado muchas cosas en la sociedad conejera, en la enseñanza y en el propio centro de adultos. Sin embargo, permanece intacto el espíritu inicial y la idea matriz que impulsó su creación en 1984: la educación permanente es el mecanismo más útil para compensar las desigualdades sociales, asegurar el reciclaje de conocimientos en un entorno socio-cultural en constante evolución y ofrecer una nueva oportunidad a quienes, por diversas razones, abandonaron tempranamente la escuela pública y gratuita.
En la actualidad, el centro tiene un ámbito insular y acoge a cerca de setecientos alumnos por curso. Ofrece a las personas adultas la posibilidad de aprender conocimientos básicos, obtener el Graduado en ESO, estudiar Inglés o Informática básica, prepararse para las pruebas de acceso a Grado Superior de FP, o aprender a leer y escribir en español, entre otras opciones educativas como el Aula Mentor, cursos de capacitación digital y el programa "That’s English". También se ha convertido en un centro evaluador de competencias clave. Este crecimiento y diversificación de la oferta educativa no habrían sido posibles sin el entusiasmo y la entrega de quienes iniciaron el proyecto y de quienes han continuado trabajando con dedicación, llevando la Educación de Adultos a todos los rincones de la isla, incluida La Graciosa, y abriendo aulas en todos los municipios, así como en el Centro Penitenciario de Lanzarote y otros espacios de formación.
Tal y como se explica su directora, Concepción María Martín Espinosa, "la celebración del 40 aniversario del CEPA Titerroygatra es una oportunidad única para que la comunidad educativa y social mire hacia atrás y reflexione sobre su historia, así como para reencontrarse con todas las personas que han formado parte de ella. A lo largo de estos cuarenta años, el centro ha acompañado a su alumnado adulto en la búsqueda de formación y orientación para el futuro, brindando un espacio humanizador donde cada persona puede aprender a confiar en sí misma, superar bloqueos y miedos, desarrollar resiliencia e inteligencia emocional, ganar en autonomía personal y establecer relaciones basadas en el respeto y el aprecio mutuo".
El centro ha difundido los contenidos canarios entre su alumnado, haciéndolos partícipes de las costumbres y promoviendo su conocimiento entre todos. En sus inicios, gran parte del alumnado estaba conformado por personas mayores, muchas de ellas mujeres, que no habían tenido la oportunidad de acceder a una educación debido a sus responsabilidades familiares o laborales. Ahora, estas personas acuden con ilusión y motivación. Actualmente, el perfil del alumnado ha cambiado debido a la nueva población de la isla, donde un sector más amplio busca terminar la educación secundaria y continuar estudios superiores.
"El CEPA ha sido un centro de referencia para estos estudiantes, ofreciéndoles una formación adaptada a sus necesidades con distintos turnos y modalidades. Este apoyo ha incrementado su autoestima, sus competencias y sus oportunidades de éxito, tanto en los estudios como en la búsqueda de empleo. Los alumnos más jóvenes destacan la cercanía del profesorado, que brinda una atención más personalizada que en otros centros. A lo largo de estos 40 años, el centro ha superado muchos desafíos, incluso un confinamiento que lo hizo crecer y mejorar. Este crecimiento ha sido posible gracias a la colaboración de todos: el alumnado, el profesorado, los equipos directivos, los consejos escolares, la comunidad educativa, las concejalías de educación de los siete ayuntamientos, las instituciones y las asociaciones. Todos han contribuido con vocación y compromiso al aprendizaje a lo largo de la vida, impulsando al centro a adaptarse y mejorar en respuesta a las diversas realidades y contextos educativos de Lanzarote", añade su directora.