Los Centros Turísticos son parte de nuestra historia, que se mantiene viva a través de los años.
El Jardín de Cactus en una rofera abandonada convertida por César Manrique en un vergel de cactus. El genial artista y paisajista transformó un paraje degradado en una maravilla para el disfrute de los lanzaroteños y los turistas, presidido por un elemento arquitectónico bello en su simpleza y rico en utilidad como la antigua Molina para hacer gofio. Un paseo por el Jardín de Cactus se convierte en una experiencia inolvidable, recuperando la esencia de la naturaleza y rememorando nuestras costumbres y ambientes.
Visitar cada uno de estos parajes es una oportunidad para reencontrarte con la historia y disfrutar de los ambientes únicos de la isla
Dentro del propio centro, en un enclave estratégico, se encuentra un precioso restaurante con unas maravillosas vistas hacia el jardín, en donde la paz y la tranquilidad se unen con la experiencia gastronómica para el disfrute del visitante. Una restauración divertida, fundamentada en la temática de los cactus hacen las delicias de los asistentes. Nunca nos podemos olvidar de el menú infantil ideal para el disfrute de toda la familia. Si quieres descubrir más sobre la oferta gastronómica del Jardín de Cactus, pincha aquí.