La polémica empresa de reparto de comida a domicilio Glovo ha anunciado que va a abandonar su modelo de falsos autónomos y contratará a sus empleados. Este anuncio se da después de que haya acumulado 200 millones de euros en sanciones y cotizaciones impagadas y el día antes de que su fundador Óscar Pierre declare este martes 3 de diciembre en un proceso penal en su contra, en el que se le acusa de un delito contra los derechos de los trabajadores.
En un comunicado emitido a los medios de comunicación este lunes, Glovo anuncia que pasa a un modelo 100% laboral y que sus repartidores tendrán contratos laborales. Frente a ello, la ministra de Trabajo del Gobierno de España, Yolanda Díaz, defiende que se tratará del "movimiento afiliativo más importante de las historia de España” y que permitirá regularizar a 60.000 trabajadores. Además, ha señalado que “ninguna empresa, por grande que sea o poder que tenga, puede imponerse a la democracia".
Glovo ha anunciado que este cambio de modelo "incluirá a la totalidad de ciudades" en las que está disponible, "que actualmente superan las 900". Mientras tanto, ha asegurado que esta medida "mantendrá en todo momento la experiencia de usuario y de los restaurantes y establecimientos que colaboran con la aplicación en todo el país".
La ley rider y el conflicto con Just Eat
El pasado año 2021, el Gobierno de España, formado por el PSOE y Unidas Podemos, aprobó la ley rider para proteger a los trabajadores que operan en España como falsos autónomos. Hasta la fecha, Glovo acumulaba multas millonarias de Inspección de Trabajo, pero continuaba sin regularizar a sus empleados.
A ello hay que sumar, que la empresa Just Eat denunció el pasado viernes a Glovo por competencia desleal y reclama hasta 295 millones de euros en daños y perjuicios a la compañía, ya que esta segunda empresa sí contrata a sus repartidores.