Según la última encuesta sobre la fuerza laboral europea, la mayoría de las personas que se jubilan en el viejo continente dejan de trabajar, pero el 13% siguen en sus puestos de trabajo, aunque hay enormes diferencias entre países.
España es uno de los países europeos donde menos jubilados hay trabajando. De hecho, solo el 4,9% de los pensionistas españoles mantiene una actividad profesional una vez que alcanza la edad de jubilación. Por detrás de España solo figuran Rumanía (1,7%) y Grecia (4,2%).
Tampoco hay muchos jubilados trabajando en Croacia (5%) y Eslovenia (8%) o en las grandes economías de la zona euro como Italia (9,4%), Francia (9,8%) y Alemania (12,8%), que casi alcanza la media comunitaria.
La mayor proporción de jubilados que siguen trabajando se encuentra en los países bálticos, donde cerca de la mitad siguen formando parte de la fuerza laboral: Estonia (54,9%), Letonia (44,2%) y Lituania (43,7%).
Las razones de los europeos para seguir trabajando
La principal razón que esgrimen los europeos para seguir trabajando después de recibir la primera pensión es porque "les gustaba trabajar y ser productivos”. Así lo afirma el 36,3% de los europeos que siguen trabajando después de jubilarse.
También la “necesidad económica” tiene un papel relevante para muchos, en concreto fueron el 28,6% de los encuestados los que eligieron esta razón.
Además, el 11,2% mencionaron el deseo de mantener la integración social que supone el empleo y el atractivo económico del trabajo (9,1%). Una proporción menor, el 3,5%, decidió seguir porque su pareja todavía estaba trabajando.
Entre los que continuaron empleados, aproximadamente la mitad siguió como antes de jubilarse, mientras que para la otra mitad hubo cambios, como otro empleo o menos horas que antes de la pensión.