El panorama financiero global se transforma rápidamente, impulsado por innovaciones tecnológicas y cambios regulatorios.
Un ejemplo muy claro de esto son las criptomonedas y el notable ascenso del precio de Bitcoin, que recientemente superó los 100.000 dólares. Pero, ¿qué más se avecina en el ámbito financiero para este 2025?
Digitalización de las finanzas
La tecnología está presente en casi todos los aspectos de nuestra vida y las finanzas no son la excepción. La digitalización ha transformado profundamente el sector financiero, ha impulsado la eficiencia operativa y ha mejorado la experiencia del cliente.
La inteligencia artificial (IA) y el Big Data son motores fundamentales de esta transformación. Las instituciones financieras hoy en día utilizan más cosas para analizar grandes volúmenes de datos en tiempo récord.
Por ejemplo, ahora los bancos son capaces de ofrecer recomendaciones de inversión adaptadas al perfil de riesgo y los objetivos financieros que su cliente tenga. Todo de forma automática, rápida y remota.
Otro caso concreto de la digitalización de las finanzas es el uso de chatbots impulsados por IA para mejorar la atención al cliente. Ofrecer un asistente virtual que ayude a las personas a gestionar sus cuentas, hacer transferencias y recibir
alertas financieras personalizadas, todo de manera automatizada y accesible las 24 horas del día.
Esto, no parece que vaya a parar, sino todo lo contrario. Todos los bancos están buscando nuevas formas de acercar a sus clientes y ofrecerles más servicios de forma digital para reducir las colas, las solicitudes en persona, la burocracia, agilizar los procesos y otorgar más libertades.
Las criptomonedas
Desde la creación de Bitcoin en 2008, las criptomonedas, en su mayoría, solo han ido creciendo y consolidándose como una clase de activo muy importante en los mercados financieros. La creciente aceptación institucional y la aparición de
regulaciones más claras han contribuido a su legitimación.
Como brevemente mencionamos en la introducción de este post, el precio de Bitcoin superó la barrera de los 100.000 dólares. Algo que muchos venían anticipando hace varios años y que se dio en gran medida a causa de la elección de Donald Trump como presidente de Estados Unidos.
La designación de líderes pro-cripto en organismos regulatorios, como la Comisión de Bolsa y Valores de EE. UU., ha facilitado la creación de marcos legales favorables para el desarrollo de este mercado.
Si bien las criptomonedas poseen una volatilidad inherente y aún son muy “jóvenes” en términos de mercado, son muchos los analistas que las consideran el futuro y un activo que merece la pena seguirle el rastro. Para el año que viene, se prevé que sigan tomando fuerza y sigan conquistando mercados para pasar a ser una divisa cada vez más aceptada.
Inversiones sostenibles
La inversión sostenible es aquella basada en criterios ambientales, sociales y de protagonismo en los últimos años. Gracias al trabajo de muchos científicos, divulgadores y organizaciones conservacionistas todo lo relacionado con la sostenibilidad y la sustentabilidad se habla cada vez más en cada vez más ambientes, incluido el financiero.
Ya hay un gran número de inversores que buscan más que la simple rentabilidad financiera, sino también generar un impacto positivo en la sociedad y el medio ambiente. Dicho enfoque ha provocado un desarrollo de productos financieros
innovadores que integran consideraciones con los criterios antes mencionados en su estrategia de inversión.
Además, las regulaciones cambian de forma continua para fomentar la transparencia y la responsabilidad en las inversiones, impulsando a las empresas a adoptar prácticas más sostenibles. Sin embargo, la falta de estandarización en la
medición y reporte de criterios es aún un gran problema a resolver de cara al futuro.
Adopción de pagos biométricos
¿Ya te nombramos que la tecnología avanza a pasos agigantados y transforma todo a su paso? Es un poco redundante volver a hablar de ella, pero no lo podemos evitar. Los pagos biométricos ya son una realidad y todo apunta que son el futuro.
La implementación de sistemas de autenticación biométrica, como el reconocimiento facial y de huellas dactilares, ya alteraron los sistemas de seguridad, ahora también el de pagos digitales.
Estos métodos reducen la dependencia de contraseñas tradicionales por lo que disminuyen el riesgo de fraudes y mejoran nuestra experiencia de compra. Pero como no todo lo que brilla es oro si bien los pagos biométricos se irán
implementando en cada vez más lugares, la recopilación y almacenamiento de dichos datos plantean serias preocupaciones sobre privacidad y seguridad.
Migración a la nube
La última tendencia de la que te queremos hablar es la transición de las instituciones financieras hacia soluciones basadas en la nube. Una tendencia que surge a causa de la necesidad de flexibilidad, escalabilidad y reducción de costos.
La nube permite a las organizaciones almacenar y procesar grandes volúmenes de datos sin necesidad de tener espacio físico o mejor dicho hardware para ello, facilita la implementación de servicios y mejora la colaboración.
El principal desafío de esta tendencia es el de construir sistemas robustos de ciberseguridad que aseguren que un agente externo no sea capaz de acceder o incluso recopilar los datos que se encuentren en dicha nube.