Descubre las claves para elegir el mejor plástico para invernadero

La elección del material adecuado para la cubierta de los invernaderos resulta fundamental en el sector de la agricultura protegida

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27 de junio de 2024 (08:19 CET)
Invernadero

Los plasticos para invernadero destacan como la solución más común y versátil para la protección de los cultivos frente las inclemencias del clima y otros agentes externos. ¿Pero qué características específicas se deben tener en cuenta al seleccionar el plástico más adecuado? Aquí te damos las claves.

Termicidad y transmisión de luz

Uno de los aspectos fundamentales del plástico para invernadero es su capacidad para regular el intercambio térmico y la transmisión de luz.

Un buen material debe permitir una alta transmisión de la radiación solar, lo que es esencial para el proceso de fotosíntesis de las plantas, mientras minimiza la pérdida de calor por radiación infrarroja. Así, se optimiza el ambiente interno del invernadero y se favorece el crecimiento saludable de los cultivos.

Durabilidad y resistencia física

La duración del plástico es otro factor determinante. Generalmente, estos materiales tienen una vida útil que varía entre los 3 y 5 años, dependiendo del tipo de polímero y los aditivos utilizados durante la fabricación. Es importante que el plástico sea resistente físicamente para soportar condiciones climáticas adversas como vientos fuertes, granizo y cambios bruscos de temperatura sin comprometer su integridad estructural.

Además, la resistencia a los rayos UV también es una cualidad considerable para prolongar la vida útil del plástico. Los plásticos tratados con estabilizadores UV no se degradan fácilmente cuando están expuestos a la luz solar intensa, y mantienen su eficacia protectora durante más tiempo.

También se debe valorar la capacidad del plástico para resistir el desgaste mecánico, que puede incluir la tensión causada por la instalación y el estiramiento, así como los impactos de objetos como ramas o herramientas agrícolas.

Propiedades antigoteo y mantenimiento

Los plásticos con propiedades antigoteo son los más recomendables para disminuir el riesgo de que las gotas de agua caigan sobre las plantas. Estos materiales incorporan aditivos que modifican la naturaleza de la superficie del plástico, evitando la condensación excesiva y manteniendo un ambiente óptimo dentro del invernadero.

El mantenimiento de estos plásticos es relativamente sencillo, ya que la superficie tratada con aditivos antigoteo también tiende a repeler el polvo y otros contaminantes, por lo que ofrece una mayor transparencia y eficacia en la transmisión de luz.

Sin embargo, es importante realizar inspecciones regulares para asegurarse de que la propiedad antigoteo sigue siendo efectiva, además de limpiar el plástico cuando sea necesario para prolongar su vida útil y mantener las condiciones óptimas para el cultivo.

Espesor y tipos de plástico

Se recomiendan espesores que van desde las 600 hasta las 800 galgas para las cubiertas. De ese modo, se obtiene la resistencia necesaria sin comprometer la transmisión de luz. Además, existen varios tipos de plásticos disponibles en el mercado, como el polietileno (PE) y el acetato de vinilo etileno (EVA), cada uno con sus propias características específicas que se adaptan a diferentes necesidades y condiciones climáticas.

Al elegir el plástico para un invernadero, es esencial considerar las condiciones climáticas locales, las necesidades específicas de los cultivos y el presupuesto disponible. Optar por un material que combine adecuadamente termicidad, durabilidad, resistencia física y propiedades antigoteo garantizará un ambiente ideal para el crecimiento de las plantas, incrementando así la productividad y la calidad de los cultivos.

En definitiva, seleccionar el plástico para invernadero adecuado es una decisión que marca la diferencia en el éxito de tu producción agrícola bajo cubierta. Con las valoraciones oportunas y la orientación de expertos, se garantiza un entorno óptimo para las plantas, asegurando su desarrollo saludable y protegiéndolas eficazmente de las condiciones climáticas adversas.