El sector de la construcción está empezando a plantearse paralizar las obras y renunciar a las nuevas con la subida del precio de materias primas como el cemento o el aluminio en el último mes y medio.
La preocupación en el sector es tal, que las empresas a nivel nacional e insular ya barajan enviar a sus trabajadores al ERTE, para evitar despidos.
“No queremos despedir a nadie, pero la situación es desesperante”, apunta María de la Salud Gil, presidenta de la Asociación de la Construcción de Las Palmas. “Los efectos reales de esta situación no se han visto reflejados todavía en su totalidad porque las empresas se están conteniendo”, advierte.
La guerra y el paro del transporte impactan de lleno en el sector
La guerra de Ucrania y el paro de los transportistas han tenido consecuencias catastróficas en la construcción, como el incremento de costes y los retrasos en los envíos, por lo que muchos promotores y clientes ya no pueden asumir los precios.
“Los costes de la construcción ya subieron un 26% a finales de 2021, pero ahora ese porcentaje asciende al 40%”, explica la presidenta. “Hicimos una encuesta a los promotores de la obra privada en Canarias y el 80% respondió que van a paralizar sus inversiones de momento por la variación de los precios”.
Además, añade que “cuatro de cada cinco viviendas comercializadas son de segunda mano”, lo que refleja el grave problema al que se enfrenta la construcción.
Fuentes del sector sostienen que desde el estallido de la guerra se han triplicado y cuadruplicado los precios de algunos materiales, especialmente del aluminio, puesto que Ucrania y Rusia son sus principales productores.
El paro de transportistas también ha tenido consecuencias notables, provocando que mucha mercancía se quedase acumulada en los puertos, produciendo grandes retrasos. En el caso de Canarias, este problema se agrava por su característica de región ultraperiférica, y aún más en Lanzarote, por la doble insularidad, por lo que algunas empresas han empezado a hacer acopio de productos.
“No tenemos suficientes materiales aquí en la isla, nuestro stock es muy limitado, por lo que los problemas de transporte nos han afectado de lleno”, apunta María. “Ha habido ocasiones en las que los fletes eran más caros que la propia mercancía”.
Las empresas privadas, las más afectadas
La peor parte de esta fluctuación de costes se la llevarán las empresas privadas al no contar con una revisión de precios, como sí pasa en las obras públicas, aunque estas últimas están lastradas por el lento ritmo de gestión administrativa.
La presidenta de la Asociación de la Construcción de Las Palmas apunta que, en el ámbito público, el Gobierno de Canarias va a aprobar la revisión de precios muy pronto, pero que, a día de hoy, desconocen cómo se va a gestionar.
El precio del cemento sube, pero las ventas se mantienen estables
La venta de cemento en Lanzarote venía con unas cifras muy positivas desde el año pasado, cifras que incluso superaban a las de antes de la pandemia.
Sin embargo, en estos primeros meses de 2022, la venta ha ido cayendo, marcando los dos peores meses desde hace años, con tan solo 4.027 toneladas comercializadas en enero y 4.027 en febrero. Esto se debe, principalmente, a la finalización de dos grandes obras consumidoras de este material, el nuevo hotel de Playa Blanca y el centro comercial Garavilla en Arrecife.
“Cuando hay grandes obras hay mucho consumo puntual, por lo que esto puede distorsionar las tendencias y parecer que las ventas aumentan en general”, apuntan fuentes del sector de la construcción en Lanzarote. “El crecimiento y descenso de la venta de cemento es relativo en estas circunstancias, pero si no se cuentan esas obras específicas, la venta se mantiene estable”, aclaran.
Por ahora, no hay preocupación dentro del sector por la falta de obras, aunque esto podría cambiar si los costes se siguen incrementando a un ritmo vertiginoso. Concretamente, ya se espera que el precio del cemento vuelva a subir en el mes de mayo, tras la subida de enero. Se trata de una situación excepcional, ya que el cemento suele variar su precio anualmente y no cada pocos meses, como está ocurriendo ahora.
“Quedarán dos opciones en mayo si el precio del cemento sigue aumentando, subir los precios de las obras o dejar de producir”, sostiene María de la Salud Gil.