El ministro de Transportes y Movilidad Sostenible, Óscar Puente, ha explicado que la propuesta de la aerolínea irlandesa de bajo coste Ryanair de incrementar su oferta en 2025 y 2026 en catorce de los 32 aeropuertos regionales del país quedaba condicionada a una política de descuentos en las tarifas aeroportuarias y de apoyo de los territorios.
El ministro ha detallado en la Comisión de Transportes y Movilidad Sostenible del Congreso de los Diputados que la propuesta de la aerolínea, que tildó de disparatada, consistía en revertir el ajuste tarifario de 2024 y en descuentos masivos en los aeropuertos regionales por mantener (50%) o incrementar (100%) su tráfico en 2025 y 2026, con efectos extendidos durante siete años.
Además, pedía una aportación de fondos públicos por parte de las entidades locales o comunidades autónomas de los territorios afectados, vigentes durante 5 años, por una cuantía de 150.000 euros al año para mantener cada ruta aérea existente y 250.000 euros al año para cada nueva ruta.
Puente ha comparecido en la cámara baja para explicar la política tarifaria de Aena después de que Ryanair anunciara a mediados de enero que reducía un 18% su actividad en algunos aeropuertos regionales (Vigo, Santiago, Zaragoza, Asturias y Santander, además de abandonar a partir de abril los de Jerez y Valladolid) para la temporada de verano de 2025 (800.000 asientos, un avión y doce rutas menos), justificando esta decisión en las “tarifas excesivas” del gestor aeroportuario.
Según el ministro, esta agresiva política comercial de la aerolínea irlandesa no es exclusiva de España y se ha repetido en otros países europeos cuando no se han plegado a sus intereses.
Puente ha explicado que, a pesar de esos recortes, las previsiones de actividad de la compañía aérea son de crecimiento en el conjunto de España en la próxima temporada de verano (un 2% más de asientos en el conjunto de la red de Aena, concentrando el crecimiento de su actividad en los aeropuertos turísticos de mayor tamaño y en los grandes hubs".
Se da la paradoja de que es precisamente en estos grandes aeropuertos donde las tarifas aeroportuarias que se abona por pasajero son sustantivamente más elevadas que en los regionales.
Para Puente, estos datos demuestran claramente que no es verdad que la decisión de eliminar rutas en aeropuertos regionales se deba a la cuantía de las tarifas, donde el coste de rotación por pasajero adicional es de únicamente 2 euros por pasajero, ha subrayado.
Puente ha aclarado que Ryanair también ha hecho público que su decisión se produce tras no atenderse su propuesta antes citada para incrementar la oferta en los aeropuertos regionales españoles en 800.000 plazas anuales que trasladó tanto al propio ministro como a Aena que ha calificado "disparatada" e imposible de atender.
Y eso es así, ha añadido, porque al hacerlo "no solo sería desproporcionado y peligroso para la sostenibilidad del sólido sistema aeroportuario español, sino que, además, resultaría ilegal dado el marco regulatorio aeroportuario existente en España, y podría llegar a considerarse ayuda de Estado por parte de la Unión Europa".
A su juicio, el modus operandi de Ryanair, solicitando constantemente ayudas y retirando aviones cuando apenas existe margen de reacción por parte de compañías aéreas competidoras, "podría encajar en una modalidad de chantaje que el Estado y el Gobierno de España no pueden aceptar".
Alternativas a Ryanair
Como respuesta a la situación creada, Aena ya ha intensificado los contactos habituales tanto con las compañías aéreas como con las instituciones locales y autonómicas para desarrollar nuevas rutas y cubrir el vacío creado por Ryanair.
De hecho, en algunos aeropuertos donde esta compañía ha manifestado su decisión de eliminar rutas la programación de verano apunta a un incremento global de asientos.
También hay compañías aéreas que han anunciado públicamente que están abiertas a cubrir estas rutas en aeropuertos medianos y pequeños para conectar ciudades de menor tamaño, ha comentado.
Ryanair también "preconiza abiertamente la ruptura del actual modelo aeroportuario, que tan buen resultado ha tenido para la sociedad y la economía españolas", ha señalado el ministro.
En este sentido, según Puente, sería una barbaridad romper el sistema aeroportuario español, más aún con la idea de conseguir tarifas aeroportuarias prácticamente gratuitas, lo que conllevaría, sin duda, la necesidad de realizar aportaciones públicas, financiadas por los contribuyentes españoles, para subvencionar la actividad, que muy probablemente serían consideradas como ayudas de Estado.
Esta intención de demoler el modelo aeroportuario en red no busca sino disponer de interlocutores más débiles, que se plieguen a sus peticiones, siendo las instituciones y los empresarios turísticos de los territorios en los que se asientan los aeropuertos que pagarían todos los costes de operación de la aerolínea, resultando el billete gratuito para los turistas.
Según este modelo al que aspira la aerolínea, el pasajero que decide volar no pagaría, lo hacen el resto de los actores del sector aéreo o, en su caso, todos los ciudadanos con subvenciones a la aerolínea, aunque no hagan uso de este medio de transporte, ha resumido.
La pretendida demolición del sistema aeroportuario y el incumplimiento del marco regulatorio no harían sino introducir inseguridad jurídica, beneficiando a los accionistas de la compañía aérea en detrimento de los presupuestos públicos, los contribuyentes españoles, los accionistas de Aena, entre los que se encuentra mayoritariamente el conjunto de los ciudadanos españoles, ha concluido.