El Risco de Famara, la clave de bóveda para conservar las plantas autóctonas de Lanzarote

El aumento de temperatura y la disminución de precipitaciones están llevando a muchas plantas a una situación límite en muchos puntos de la isla, un proyecto del Gobierno de Canarias se centra en 27 especies

EKN

8 de enero de 2025 (16:32 CET)
Cumbres de Famara
Cumbres de Famara

La Consejería de Transición Ecológica y Energía del Gobierno de Canarias, liderada por Mariano H. Zapata, a través del programa FEDER 2021-2027, trabaja en huertos productores de semillas de especies nativas.

En concreto, estos trabajos se vienen realizando desde finales del 2020 en la cumbre de Famara, así como en las instalaciones militares del Escuadrón de Vigilancia Aérea en las Peñas del Chache (EVA-22), como proyecto “Optimización de las labores de restauración de hábitats desarrolladas en la cumbre de Famara, Lanzarote”.

Algunas de estas plantas están incluidas en el Catálogo Canario de Especies Protegidas, como la corregüela de Famara (Convolvulus lopezsocasi), el pinillo (Plantago famarae), la siempreviva de Bourgeau (Limonium bourgeaui),  o el peralillo espino (Gymnosporia cryptopetala) entre otras. 

El consejero detalló los buenos resultados de este proyecto, explicando que, “hemos logramos producir miles de semillas de 27 especies nativas de la isla de Lanzarote, que se han convertido en reservorios de la naturaleza, al no permitir la libre entrada de personas y animales facilitando con ello reubicar nuevas plantas en las zonas más degradadas de la cumbre, asegurando así su continuidad”.

En concreto, destacó el caso de las semillas de guaidil (Convolvulus floridus), un arbusto abundante en las islas occidentales pero escaso en la isla, con solo unos pocos ejemplares naturales, acantonados en los riscos inaccesibles del acantilado de Famara.

 

Más de 10.000 semillas

 “En el año 2021 la Consejería realizó trabajos verticales  para  recolectar sus semillas, teniendo que realizarse complejos trabajos de descensos en las paredes del acantilado en diferentes fechas, obteniéndose solamente 153 semillas”. Sin embargo, según apuntó “gracias a estos huertos, solo durante el año año 2024 hemos logramos producir más de 10.000 semillas, todo un hito en la conservación de esta especie vegetal”, aseguró.

También recordó que la biodiversidad vegetal del archipiélago canario se enfrenta a importantes retos en los próximos años que requieren de la adopción de nuevas estrategias para su conservación, ya que las sequías prolongadas como consecuencia del aumento de la temperatura y la disminución de las precipitaciones están llevando a muchas especies de la flora de Canarias a una situación límite”.

En especial, “las que más han sufrido este impacto son aquellas que ya tenían mermadas sus poblaciones por el efecto de la herbivoría, y de las que solo quedan pocos ejemplares sobreviviendo en zonas acantiladas de difícil acceso”.

“Con la llegada del cambio climático la situación se ha recrudecido”, explicaba el consejero, asegurando que este fenómeno también afecta a las plantas, “que están viendo alterados sus ciclos reproductivos, pues la primavera se adelanta, y las floraciones ya no responden a una regularidad temporal, por lo que no es posible planificar una fecha exacta para recolectar semillas para cada especie”, afirmando que la mejor solución es “la creación de estos huertos productores”. 

Además del EVA-22, se dispone de otro huerto de productores de especies nativas de la isla de Lanzarote en el Instituto de Enseñanza Secundaria del Teguise, donde profesores y alumnos de diferentes módulos de Formación Profesional gestionan, producen, mantienen y cuidan plantas madre para contribuir a restaurar el hábitat degradado de la cumbre, iniciativa por la que han quedado finalistas en la XVII edición de los Premios Nacionales de Aprendizaje y Servicio, y que se denomina “Plantando futuro en Famara”.

 

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