Patricia Betancort: “Me apasiona recuperar el patrimonio arquitectónico de Lanzarote”

La arquitecta lanzaroteña, especializada en patrimonio, analiza las ventajas y las dificultades de restaurar edificios antiguos de la isla en una entrevista con Ekonomus

24 de noviembre de 2024 (09:14 CET)
Actualizado el 25 de noviembre de 2024 (13:31 CET)
Patricia Betancort en su estudio. Imagen: Fragmento de un retrato de Yves Drieghe
Patricia Betancort en su estudio. Imagen: Fragmento de un retrato de Yves Drieghe

La lanzaroteña Patricia Betancort estudió Arquitectura en Madrid y fue durante algunos años la arquitecta de los Centros de Arte, Cultura y Turismo. 

Su experiencia en los Centros y la adquisición y rehabilitación de un inmueble del siglo XIX que ahora es su hogar, la hizo decidirse a centrarse en su “pasión por recuperar el patrimonio arquitectónico de Lanzarote”.

Betancort trabaja con un equipo multidisciplinar que incluye restauradores, arqueólogos, historiadores e ingenieros y tiene en marcha varios proyectos de restauración en los municipios de Teguise y de Haría.

Entre ellos, la recuperación de la fachada de la casa modernista de Famara, la Casa Torres de La Villa o la restauración de un inmueble catalogado en Haría que se convertirá en un hotel emblemático.   

Aunque, en realidad, los edificios no tienen que ser tan antiguos para ser patrimoniales: “Había una forma de hacer interesantísima en Lanzarote en los edificios de menos de 100 años, podría decir que hasta hace 50 años”. 

“Es increíble lo rápido que se ha transformado la forma de trabajar. Los ritmos y las calidades eran totalmente diferentes y el cariño que se ponía en el trabajo”. Hoy en día prima la inmediatez, no solamente en la arquitectura, sino en la vida en general”.

Los maestros albañiles de Lanzarote hasta hace 50 años eran verdaderos eruditos del material. Ahora con bloques, en cinco minutos se levanta una pared”.

 

La casa-estudio de Patricia Betancort

El primer edificio antiguo con el que Betancort empezó su especialización fue su propia casa. “Tiene 200 años por lo menos, al menos una parte de la casa”. 

Cada vez que abro la puerta de un inmueble antiguo se me ponen los pelos de punta porque enseguida veo lo que puede llegar a ser. Me pasó cuando entré por primera vez en la casa en la que vivo y donde tengo mi estudio”.

“Mi familia me decía pero cómo nos vamos a ir a vivir ahí. Y yo les decía tengan fe y paciencia que en cada uno de estos muros hay algo que tiene mucho valor”.

“Cuando se limpia y se le da valor, sus elementos brillan por sí mismos y no hace falta demasiado. El trabajo que hacemos nosotros es bastante esencialista, consiste en dar fuerza a los elementos que ya existen y que son increíbles”, prosigue. 

Y no solo elementos arquitectónicos, sino de uso cotidiano. “En nuestro estudio había una parte para los animales como sucede en muchas de las casas populares de Lanzarote y decidimos transformar los bebederos de los animales en las mesas del estudio”.

Betancort también tiene en cuenta la energía de los lugares y diseña espacios donde encontrar momentos de paz y confort hogareño. “En la tarde me gusta tomarme una taza de té en un lugar concreto de la casa, donde me entra la luz de una manera concreta y dónde puedo disfrutar de mi momento”.

“Las casas tradicionales de Lanzarote están ubicadas de una manera tan concisa y con tanta inteligencia que nos hacen sentir esto en muchos de los espacios”.
 

Método, análisis e investigación

Betancort comienza por dedicar un periodo de tiempo a “analizar el edificio y a buscar toda la información histórica que se pueda encontrar”. 

“Me gusta siempre entender a qué se ha destinado el edificio, cómo se ha usado, cuáles han sido sus posibles modificaciones en el tiempo… para poder hacer una propuesta nueva en la que yo tenga en consideración todo esto que ha pasado”.

A veces las diferentes capas de la historia son igual de interesantes o más que la etapa inicial. “Tratamos de maximizar todo el valor que hubo en el camino del edificio, y además aportar valor y creatividad de nuestra época”.  
 

Los distintos tipos de inmuebles patrimoniales de Lanzarote y su protección

La arquitecta especializada en patrimonio también reconoce las dificultades de trabajar con edificios patrimoniales de la isla: “El problema que tenemos aquí es que a veces, no está definida la protección real de algunos inmuebles y ese limbo normativo dificulta su recuperación”.

“Nos hemos enfrentado a casuísticas muy diferentes, algunos son edificios fuera de ordenación; otros no están catalogados, pero evidentemente tienen valores; hay muchísimos en los catálogos municipales, que recogen una serie de inmuebles que son los más representativos muchas veces vinculados a elementos religiosos o militares”, enumera Betancort. 

Pero también existen “inmuebles más vinculados al mundo rural o a la arquitectura más popular que son verdaderas joyas y que no están tan protegidos o no hay normativa al respecto”.

 

Dificultades técnicas, mayor inversión y más tiempo

Betancort explica que trabajar con un edificio patrimonial es muy complejo a nivel técnico y supone generalmente el doble de tiempo que un edificio moderno para cumplir con todas las normativas, un proceso que se alarga aún más cuando las normas no están claras. 

“Cada ayuntamiento trabaja de una manera distinta y sus técnicos a veces están atados de pies y manos porque necesitan unas reglas para poder informar y si esas reglas no están claras, el proceso se puede demorar hasta el infinito”.

El equipo de Betancort también tiene que trabajar con el área patrimonio del Cabildo de Lanzarote y en ocasiones también ha de lidiar con el Gobierno de Canarias. “Cuando se hacen cambios de uso, por ejemplo la transformación de edificios históricos en hoteles emblemáticos, lleva una normativa muchísimo más compleja de ordenación turística”.

 

Retorno económico

A pesar de las dificultades, la restauración de edificios patrimoniales de Lanzarote no solo contribuye a recuperar la historia y la esencia de la isla sino que también puede suponer un buen negocio.

Particularmente cuando se destinan a uso turístico. “El turista busca cada vez más una experiencia diferente. Estamos haciendo intervenciones en dos edificios que serán microhoteles,  que buscan dar respuesta a ese turismo que busca una experiencia más vinculada al lugar y no me cabe duda de que serán un éxito económico”.

También cuentan con varios proyectos de inmuebles antiguos que se transformarán en restaurantes y donde “tener una experiencia gastronómica será todo un lujo”. 

Para Betancort el lujo tiene más que ver con los intangibles que ofrece la recuperación del patrimonio que con lo tangible: “Vivir en una casa de Lanzarote con historia es un verdadero lujo”. 
 

"Más diálogo entre promotores, técnicos y administraciones" para agilizar la recuperación del patrimonio isleño

Para agilizar la recuperación del patrimonio conejero, a Betancort le gustaría que hubiera “más diálogo entre promotores, técnicos y las distintas administraciones para unificar criterios y conseguir la solución más acorde a cada uno de los edificios”.

Además, la arquitecta lanzaroteña cree que es necesario “dotar de más recursos técnicos a las distintas administraciones” para agilizar los procesos.

“No es normal que un promotor tenga que esperar un mínimo de dos años para conseguir una licencia de un inmueble pequeño y sencillo. Un tiempo durante el cual “tiene que tener inmovilizado todo ese dinero". 

“Ten en cuenta que hace falta más dinero para recuperar un inmueble que para hacerlo nuevo y, aunque también trabajamos con la administración, es el sector privado el que mayoritariamente mantiene el patrimonio de la isla”.

 

El antes y después de la casa-estudio de Patricia Betancort

 

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